Manchester City: Campeón lujoso y dinero bajo sospecha

El Manchester City volvió a ser campeón en la Premier League. De ser el club "burla" de la ciudad a quedarse con los títulos más importantes.

20 de mayo, 2024 | 14.50

Hace casi veinte años, Manchester City era un club sin puerta en el baño ni café en el bar. Lo recuerda en un documental Vincent Kompany, capitán belga del City en aquellos tiempos de pura crisis. El City era la burla de Manchester United, el equipo todopoderoso de la ciudad, exitoso y globalista. Su mítico DT, Alex Ferguson, ni siquiera mencionaba por su nombre al City, vecino pobre. En 2001, los hinchas del United simularon ser del City y organizaron una “fiesta” en Silver Suite, pleno centro de Manchester, con DJ y comediante. Era una “fiesta-trampa”, que “celebraba” las “Bodas de Plata” de la Copa de Liga de 1975-76. Ultimo título que había ganado el City. 

Todo cambió en 2008. El City acababa de ser goleado 8-1 por Middlesbrough. Su patrón, un ex premier tailandés llamado Thaksin Shinawatra (“Frank Sinatra”, se reían los hinchas del United) tenía que vender para evitar la bancarrota. A la fecha siguiente, se anunció el desembarco de la familia real de Abu Dabi, capital de Emiratos Arabes Unidos, a cambio de unos 400 millones de dólares. Los petrodólares se multiplicaron de la noche a la mañana. Desbordado, el CEO interino Garry Cook interpretó que “it’s getting messy” (se está poniendo sucio) era “let’s get Messi” (vamos por Messi) y le ofreció 30 millones de libras a Barcelona por el crack argentino. Messi, claro, era imposible. El City compró sí a una figura nueva de ese momento, el brasileño Robinho. “Es demasiado crack para un club como el City”, cuestionó en ese momento Pelé. 

 

Dieciséis años después, el City, Abu Dabi mediante, no solo desplazó al United como patrón de Manchester. Para muchos, el City es hoy el mejor equipo del fútbol moderno. Es cierto, Real Madrid lo eliminó en la Champions por penales y con suerte. El City lo había goleado 4-0 cuando conquistó la Champions pasada. Y lo hizo con una clase de fútbol, no con penales. Un primer gran golpe psicológico del nuevo City fue en 2009, al año siguiente del desembarco, cuando Abu Dabi le “robó” al United a Carlos Tévez. Y en 2012 fue el turno de otro argentino: el “Kun” Agüero marcó un gol agónico y mítico que valió la Premier League, primera joya bajo el nuevo patrón. El City-Abu Dabi lleva 23 títulos en 16 años, contra 12 de los 104 años de historia previa.

Chequera mediante, el City gastó más de 1500 millones de euros en decenas y decenas de jugadores. Pero otros clubes han gastado casi lo mismo. El principal fichaje del City no es un jugador. Se llama Pep Guardiola. “Guardiola City” sumó ayer su sexta Premier League sobre ocho, cuarta seguida, inédito en la historia del fútbol inglés. Eficiencia y estética, porque Guardiola mantiene su fama de ganar con juego bonito. Golazo de Abu Dabi. Formidable “lavado de imagen” para responder a las acusaciones de violaciones de derechos humanos. Eso sí, además de fichar cracks y DT, el presidente del City, Khaldoon Al-Mubarak (mano derecha del jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan), debió contratar también a un Dream Team de abogados.     

Sucede que la Premier League mantiene abierta una investigación que incluye 115 cargos contra el City, al que acusa de irregularidades financieras, de inflar, entre otros, el valor de su principal patrocinador (Etihad, la aerolínea de los Emiratos, que da nombre al estadio del club) y burlar los topes que impone el fútbol bajo el nombre de Fair Play Financiero, para hacer menos desigual la competencia, especialmente desde la irrupción de los llamados “Clubes-Estado”, como el City-Abu Dabi y el PSG-Qatar. Si el City es encontrado culpable, la sanción podría ir desde multa a quita de títulos y hasta pérdida de categoría. Sería una revancha del viejo poder desplazado. Pero un mazazo para el negocio del fútbol.