El rugby, desde su nacimiento, es uno de los deportes señalados por su constante búsqueda de mejoras a través de modificaciones en las normas. Si bien en la última década se han implementado transformaciones de todo tipo, el resultado no fue el esperado en la dinámica de los partidos y ahora la novedad pasa por volver a las bases: World Rugby anunció una serie de cambios reglamentarios para generar más atracción en el juego y que eso impacte en la audicencia mundial.
En un informe detallado en su página web, la casa madre del rugby detalló las alteraciones que habrá en el reglamento, que tiene como fin la renovación del factor de entretenimiento. Entre los principales cambios que aparecerán en el futuro cercano son: reducir el número de cambios permitidos, bajar la altura del tackle, restringir la utilización del TMO y acortar los mauls.
El desarrollo del plan se diseñó a partir de un trabajo realizado por un foro para “examinar formas de avanzar en la experiencia del rugby en un entorno deportivo y de entretenimiento cambiante”. Cada una de ellas, se irán sumando de forma paulatina para que el juego tenga cada vez menos interrupciones.
Además, otro de los cambios relevantes que se impulsarán es el de limitar el efecto de la tarjeta roja a 20 minutos. Este aspecto, que ya sucede solo el Super Rugby cuando, luego de ese período el jugador expulsado puede ser sustituido por otro jugador, pero no deja a su equipo en inferioridad numérica, tendrá un análisis más profundo que los anteriores mencionados antes de ser aplicado.
Dicho foro, que tendrá 5 etapas y se denominó Shape of the Game (La Forma del Juego), está constituído por un panel de especialistas, que representan competencias internacionales y, también, con clubes profesionales, entrenadores, representantes del International Rugby Match Officials y del International Rugby Players.
Según el informe, la primera medida en entrar en vigencia es una jugada que ya forma parte de la actualidad, pero con cambio concreto: cuando la pelota esté claramente definida para un equipo en un ruck, el árbitro dará la orden de usar la pelota (“use it”), como usualmente, pero el medio-scrum tendrá ahora cinco segundos para liberarla. Con esta modificación se espera evitar los trencitos en el ruck que arman los equipos, los Pumas son un ejemplo claro, para que el 9 tenga espacio y tiempo para realizar un kick.
El restante paquete de cambios en el reglamento de medidas comenzará a estudiarse en la reunión que los directivos de World Rugby realizarán el 9 de mayo. Mientras que, para la tercera fase de pruebas, World Rugby aconseja a las uniones a poner en marcha algunas pruebas durante las competencias de juveniles o amateurs, para observar su impacto antes de incorporarlo al rugby profesional: uno de ellos es obligar al medio-scrum a jugar la pelota luego de la primera detención del maul, y no ya la segunda, como sucede en la actualidad.
También, informó World Rugby, el Consejo analizará de forma especial cómo se juega la situación de tackle y el posterior ruck, con la posibilidad de prohibir la pesca y limitar la recuperación de la pelota a pasar el ruck pero de pie. Incluso, otra alternativa que surge es reducir el número de cambios, debido a la gran cantidad de lesiones que aparecieron con los jugadores que ingresam frescos. Para finalizar, revisarán los resultados del testeo que limita la altura del tackle a la línea del esternón, que se impulsó en julio pasado y que en Argentina comenzará a regir este año en las divisiones juveniles.
La quinta y última etapa a considerar por la casa madre de la pelota ovalada tiene que ver con la creación de laboratorios de rugby. Una vez implementados, se usarán para testear distintos aspectos del juego que tengan impacto en la velocidad y la seguridad del deporte, como los ingresos en el scrum y la situación de tackle y ruck.