Los sindicatos franceses del transporte saludaron el martes el éxito de su huelga durante la final de la Liga de Campeones entre el Liverpool y el Real Madrid, que, según el Gobierno francés, contribuyó a los desórdenes públicos que mancharon el evento.
El Gobierno ha culpado principalmente al fraude masivo de entradas y al manejo de los aficionados por parte del Liverpool de los problemas del sábado, pero también dijo que la huelga de transportes contribuyó a la aglomeración de aficionados cerca del estadio de Francia.
"El éxito de la huelga durante la final de la Liga de Campeones se tradujo en una clara demostración de fuerza de los sindicatos", señaló un comunicado conjunto de los sindicatos CGT y UNSA, que representan a los trabajadores de las redes de transporte público RER y RATP de París.
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Los sindicatos también amenazaron con otra huelga el viernes, coincidiendo con el partido de fútbol de la Liga de Naciones entre Francia y Dinamarca. Los sindicatos quieren mejorar los salarios y las condiciones de trabajo.
El primer ministro británico, Boris Johnson, calificó de muy preocupantes las escenas vividas a las puertas del Stade de France, en las que la policía francesa lanzó gases lacrimógenos a algunos aficionados, entre ellos niños, mientras que el presidente del Liverpool, Tom Werner, ha exigido una disculpa a la ministra francesa de Deportes.
El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, dijo que el Liverpool había proporcionado a sus seguidores entradas de papel, no electrónicas, lo que permitió la posibilidad de un "fraude masivo a escala industrial".
Este problema con el público se ha convertido en un asunto político antes de las elecciones parlamentarias del próximo mes y ha puesto en aprietos a Francia, que acoge la Copa del Mundo de Rugby en 2023 y los Juegos Olímpicos en 2024.
Con información de Reuters
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