Agustina Gorzelany lanza la noticia con la misma determinación como si se tratara de su mejor córner corto. O el que menos hubiese tenido ganas de tirar. Es marzo de 2019 y le comunica al entrenador que se aleja de Las Leonas, la elite en la que compite desde hace algunos años. La consecuencia de la decisión, sabe, puede costarle su máximo sueño: perderse los Juegos Olímpicos de Tokio que se van a realizar al año siguiente en el país del sol naciente. El seleccionado de hockey no reconoce esfuerzos individuales, más bien los fomenta para generar una cultura de trabajo pero que pueden transformarse en un arma de doble filo. La defensora, tres años después de aquella declaración, es la goleadora del equipo argentino en el Mundial de España-Países Bajos, donde siguen compitiendo para alcanzar una medalla.
Llegar a la decisión le cuesta semanas de pensamiento. Los entrenamientos de doble turno, que habían comenzado con una ilusión desbordante, con el tiempo se convierten en una carga. Gorzelany, a la vez que forma parte de Las Leonas, estudia Diseño, Imagen y Sonido. Los momentos de estudio son siempre en los ratos libres de los entrenamientos y el descanso, algo fundamental para cualquier atleta de alto rendimiento, empieza a desaparecer. Si el sacrifico por jugar y estudiar es cada vez mayor, el poco lugar que tiene en el mejor plantel de Argentina la frustra y es el cocktail que termina de dinamitar su cuerpo y su cabeza. Hacer dos cosas a la vez, sin percibir un sueldo y sin poder trabajar al no tener tiempo, cierran el círculo y se despide de Las Leonas.
En la nueva vida de Gorzelany, el tiempo es más tiempo y lo valora ya con otra perspectiva. Acostumbrada a la intensidad que requerían Las Leonas y el estudio, deja pasar meses hasta que puede recapitular y bajar las revoluciones. Pero un año después, la enésima vuelta de Carlos "Chapa" Retegui a la conducción de la selección femenina le quita el tiempo que había empezado a conseguir. Pero esta vez, asegurando que su regreso a la selección sea con el lugar que merece, con un sueldo que le permita vivir de la disciplina que ama pero que también es un trabajo. Pasa un año, incluida la pandemia por COVID-19 y su nombre es uno de los 16 que se lee en la lista oficial que disputa los Juegos de Tokio en 2021, suspendidos durante un año. Aquella decisión de apartarse de la Selección Argentina, vuelve como un boomerang para cumplir el sueño de su vida donde, además, el equipo logra la medalla de plata con ella como protagonista, con el número 3 en la espalda en honor a su padre, que combatió en las Islas Malvinas con el mismo número en su casco.
La arrastrada, una obsesión que se convirtió en especialidad
Agustina juega en las divisiones menores del Club San Martín. Desde que llegó, sus entrenadores captan una extraña facilidad en ella para rematar los córners cortos, una jugada clave que, con el correr de los años, es un arma cada vez más determinante en el deporte. Su ascenso en cada una de las categorías juveniles es directamente proporcional a sus goles desde la arrastrada. Casi sin proponérselo, se convierte en goleadora de distintos equipos en varios años.
Son las 9 de alguna mañana calurosa de marzo de 2022 en España. El itinerario, preparado al detalle junto a su pareja, Gastón, también jugador de hockey, marca un triple turno exhaustivo: gimnasio a las 10 y hockey a las 18. En el medio de ambos ítems, estaban las seis horas dedicadas exclusivamente al córner corto. Su rendimiento en San Martín y ya en Las Leonas le da la posibilidad de llegar al Club Unión Deportiva Taburiente, en Islas Canarias, lugar de aquel entrenamiento. Allí, también en esa institución es la encargada de disparar la jugada que suele determinar resultados.
La temporada en España termina y es el turno de Las Leonas. Ya asentada en el equipo titular de Fernando Ferrara, el entrenador que llegó en lugar de Carlos Retegui, sabe potenciar al máximo la capacidad de disparo de Gorzelany y le da la confianza para seguir siendo la ejecutante principal. En la Pro League, demuestra que el potencial que había insinuado de pequeña es una realidad: termina como máxima goleadora con 12 goles en 14 partidos y con Argentina campeona de la competencia internacional. Por su nivel, la Federación Internacional de Hockey la elige como una de las 6 mejores jugadoras del mundo.
Es julio de 2022, ganar de manera invicta la Pro League es solo un paso previo para el objetivo más importante del año de Las Leonas. El Mundial de España-Países bajos comienza con una victoria 4-0 de Argentina contra Corea del Sur, con dos tantos de Agustina desde el córner corto que abrieron el score. El segundo encuentro es contra una de las anfitrionas, España, y su palo no falla: se anota con otros dos goles de la misma manera que en el debut. En la tercera fecha, para confirmar el pase a cuartos de final, sella el triunfo 7-1 ante Canadá con dos goles de arrastrada.
Es de noche en Terrassa, ciudad de Barcelona. Agustina observa videos luego de la victoria por la mínima ante Inglaterra por los cuartos de final. Mira y pone su foco en analizar a las alemanas, el rival en semis. Ya relajada, descansando, piensa en qué lugar pedirá la bocha en el próximo córner corto, hacia dónde disparará y cómo engañará a la arquera, porque sabe, casi como nadie, que su mejor córner corto siempre está por venir.