La aparición de un caso de coronavirus en el mismo piso donde está internado Diego Maradona en la clínica Olivos obligó a restringir sus visitas y aumentar los cuidados, mientras se recupera de la cirugía en la cabeza por un hematoma subdural que se le practicó la semana pasada.
La información, que fue confirmada por voceros del "10" a 221 Radio, encendió las alarmas en quienes tienen al cuidado la salud de Maradona, mientras se espera un parte médico oficial que no llega desde el viernes pasado.
Este lunes por la mañana, Leopoldo Luque, médico personal de Maradona, reconoció que el astro estaba "enojado" por el agónico empate que sufrió su equipo Gimnasia y Esgrima La Plata ante Vélez, por la segunda fecha de la Copa de la Liga Profesional. "Hablé con él, está bien, estaba enojado porque le empataron a Gimnasia en una jugada tonta", reveló escuetamente Luque, a la guardia periodística que lo esperaba en la puerta de la clínica Olivos, donde Maradona permanece internado luego de haber sido operado de un hematoma subdural en la cabeza.
Más temprano, quien estuvo visitando a Maradona en la clínica fue su abogado Matías Morla, que se limitó a asegurar que sigue "muy bien".
Asimismo, poco antes de las 9, quien ingresó al centro asistencial fue Dalma Maradona, una de las hijas del campeón del mundo de México 1986 con la Selección Argentina. El domingo, el doctor Luque había afirmado que Maradona "está cada día mejor" y que "es increíble la recuperación", aunque señaló que "la idea es que no se vaya" este lunes de la Clínica Olivos.
Maradona continúa internado tras ser intervenido de un hematoma subdural crónico en la parte izquierda de la cabeza, que le fue detectado tras una resonancia magnética.