La ilusión intacta: Los Murciélagos y el deseo de su oro histórico en los Juegos Paralímpicos de Paris

La Selección Argentina de fútbol para ciegos buscan ese oro histórico que tantas veces se les hizo esquivo. 

31 de agosto, 2024 | 08.05

Los Murciélagos, la Selección Argentina masculina de fútbol 5 para ciegos, llegaron a París para disputar los Juegos Paralímpicos 2024. El combinado nacional, dirigido técnicamente por Ariel Figueroa, debutará el próximo domingo 1 de septiembre frente a Marruecos a partir de las 8:30 horas en nuestro país. Compartirán el Grupo B junto con Colombia, Japón y el seleccionado africano. El equipo, que se consagró campeón de los Juegos Mundial IBSA (Federación Internacional de Deportes para Ciegos) disputados en Birmingham en 2023, buscará quedar entre los primeros cuatros puestos de un Paralímpico por sexta vez consecutiva y obtener su primera medalla de oro en el certamen.

El Destape pudo asistir a uno de los últimos entrenamientos de Los Murciélagos en el CeNARD previo a la partida del conjunto rumbo a la capital francesa. Una vez terminada la sesión, en la que se realizó un partido dividido en dos tiempos de 30 minutos y se practicaron tiros desde el punto penal, Maximiliano Espinillo, figura de la 'Albiceleste', y Darío Lencina, arquero que es parte del plantel desde el año 2000, compartieron su trayectoria con el seleccionado y sus sensaciones de cara a una nueva cita paralímpica.

- ¿Cómo fueron estas últimas semanas de preparación para los Juegos Paralímpicos en París?

Espinillo: creo que fueron semanas intensas, de un trabajo técnico, táctico y físico muy importante. Creo que llegamos de una buena manera y con el objetivo de poder estar jugando por la medalla el 7 de septiembre.

- ¿Cómo fue tu llegada al fútbol para ciegos?

Lencina: en el año 1999 yo hacía inferiores en Villa Dálmine. Ese mismo año decidí dejar de jugar por diferentes motivos, y a los tres meses que dejé de jugar me preguntó mi papá si quería jugar para un equipo de fútbol para ciegos. Yo nunca atajé, primero pensé que me estaba cargando: "¿Los ciegos juegan al fútbol?", le pregunté. Él me dijo que vaya con el profe y que me presente. Lo fui a ver y sí, había un equipo de fútbol para ciegos y necesitaban un arquero. Yo jugaba en el mediocampo, de segundo marcador central, el arco lo veía pero para divertirme. Le dije que el fin de semana podía ir, así que vine acá a Parque Sarmiento (yo soy de Escobar) y ese fue mi primer partido de fútbol para ciegos en la liga nacional. Apenas llegué vi un partido anterior al que tenía que atajar para conocer un poco y me llevé una sorpresa terrible: "Esto sí es fútbol", me dije. Nada que ver a lo que me imaginaba. Atajé, me fue bien, me cayó bien el grupo... Pude conocer cómo son las personas ciegas y seguí jugando en la liga hasta que me llegó la citación en la Selección en el año 2000. Me fue bien, aproveché la oportunidad y sigo dando batalla en el puesto.

Espinillo: yo jugaba a la pelota desde chico, tuve la influencia de mi hermano que ya jugaba en la liga. En mi casa siempre había pelotas y así empecé en el fútbol para ciegos. Empecé jugando en un equipo, una cosa fue llevando a la otra... Se hizo una convocatoria en el 2008 para la juvenil, me presenté y me vieron condiciones, aunque después me tuve que alejar por cuestiones personales. En 2010 me llegó la citación (en ese entonces estaba Martín Demonte en el cuerpo técnico) y le dije que no a la Selección. Ya en 2012 hice un buen torneo en la liga, hice muchos goles y me volvieron a convocar en febrero de 2013. Ese año no me tocó jugar, era la Copa América acá en Argentina, pero me preparé para el año siguiente y con 20 años estaba jugando mi primer mundial.

Lencina: este pibe (por Espinillo) en 2014, en un Grand Prix que se jugó en Francia, hizo una banda de goles, la rompió toda. Y cuando encontrás un jugador así dijimos: 'Bueno, vamos todavía'.

- ¿Qué características, más allá del juego, necesita un arquero en el fútbol para ciegos? ¿Creés que esas características ya las tenías de antes o las adquiriste con el correr de los años?

Lencina: dentro de la cancha, la voz de mando sí la traía del fútbol convencional: a veces me tocaba ser capitán de mi categoría o jugar en la posición de marcador central que tenés que hablar. Después la técnica la fui perfeccionando a mi medida... El entrenador de arqueros apareció recién en 2008 o 2009. Viendo características de otros arqueros la fui acondicionando a la mía, después hay algo nato mío y eso me fue dando resultados a lo largo del tiempo. Después fuera de la cancha, es importante ser un compañero más: estar siempre atento a la necesidad, si ellos lo piden siempre estar y dar una mano. Y tratar de transmitir confianza, que eso después se traslada a la cancha.

- ¿Cómo fue tu experiencia como jugador al ser del interior y tener que venir a Buenos Aires para los entrenamientos?

Espinillo: al principio costó (ser del interior y llegar a los entrenamientos), obviamente la Selección está acá en Buenos Aires y uno se tiene que adaptar. La planificación que te mandan hay que seguirla al pie de la letra para poder rendir de la mejor manera cuando uno viene a las concentraciones. Tal vez suena un poco feo pero uno tiene que venir y rendir examen de todo lo que hizo en el mes. Son tres o cuatro días de estar al máximo nivel en lo futbolístico. Pero ya se hizo una costumbre, uno después lo toma como hábito y lo disfruta.

 

Pasado y futuro de los Murciélagos en el fútbol

Los Murciélagos recorrieron un largo trayecto hasta erigirse en el exitoso combinado que son en la actualidad. Espinillo reconoció "dos procesos": uno bajo el mando de Martín Demonte ("él elevó la vara, la dejó muy alta", declaró el 'crack') y otro con Claudio Falco, cuyo ciclo finalizó en diciembre del año pasado, apenas unos meses después de la consagración en los Juegos Mundiales IBSA celebrados en Birmingham. Lencina, parte de la 'Albiceleste' desde el 2000, recordó que en las primeras épocas ni siquiera entrenaban en el CeNARD: " Recién empezamos después del primer campeonato del mundo obtenido en 2002. Venir acá era como tocar el cielo con las manos", comentó el arquero oriundo de Escobar. La situación actual es notoriamente distinta, ya que los dirigidos por Figueroa poseen una cancha propia en la que entrenan para las competiciones: "Con el correr del tiempo tuvimos nuestro lugar a partir de logros, esfuerzo y sacrificio, nada es fácil y para nosotros mucho menos. Hoy podemos decir que esto es alto rendimiento, no es que venimos acá a algo recreativo".

- Después de tantos logros a lo largo de los años, ¿Cómo encuentran la motivación para seguir compitiendo en el más alto nivel?

Espinillo: en mi caso como jugador y como goleador uno se propone superar sus marcas. Me tocó ser el mejor jugador del mundo y eso hay que sostenerlo con el tiempo. Ahora quiero ser el mejor en los Paralímpicos. Siempre hay que buscar la motivación en los compañeros, en la familia, en seguir ganando cosas.

Lencina: en mi caso, mi gran motivación es la de oro. Es la única que nos falta a toda esta historia de Los Murciélagos. Una vez que entrás es muy difícil salir, te tienen que sacar (risas). Mientras uno tiene la posibilidad de estar encuentra la motivación en donde sea. Yo la encuentro en mi familia: primero en un pedido de mi mamá que esté en este último Juego y también de mis hijas, que son chiquitas, que también quieren que esté allá. Uno va encontrando cosas... El deporte motiva en un montón de aspectos.

- ¿Cuáles creen que van a ser los rivales más difíciles en estos Juegos Paralímpicos? ¿Qué tienen Los Murciélagos que hace que siempre sean una de las selecciones candidatas a ganar el torneo?

Espinillo: todos los países que vamos a enfrentar son difíciles. Es un Juego Paralímpico, van los mejores del mundo, ningún partido va a ser sencillo. Con la capacidad y la unión que tenemos creo que podemos sacar adelante esos partidos y vamos a poder estar en el podio. Somos una gran familia, como dijo Darío: a veces tenemos problemas, pero a la hora de salir a la cancha y saber que estamos representando al país creo que nos olvidamos de todas esas cosas y tiramos todos para el mismo lado.

Lencina: todos van a lo mismo, a ganar la medalla de oro. Va a ser dificilísimo: ahora hay análisis de video, hay noticias... Todos los equipos lo tienen. Esa ventaja que tal vez uno tenía por ser un adelantado hoy ya está equilibrado y todo está muy parejo. Somos los Murciélagos, tenemos una identidad, somos una marca registrada. Eso no se negocia y es lo que nos lleva a lo que hoy en día somos y, yo creo, a lo que seremos por mucho tiempo más. Somos un hito dentro del deporte, somos un mito, y tenemos que estar a la altura de eso. Cada uno de los que viajamos (más los que quedan) sabe de esto: somos conscientes de los que son los Murciélagos.