Santiago Lange será el abanderado de Argentina en la ceremonia inicial de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 junto a su compañera Cecilia Carranza Saroli. El regatista, quien cuenta con una historia sumamente conmovedora por la enfermedad que tuvo y que logró superar, se ha convertido en un ejemplo de lucha no sólo en el país sino también en todo el mundo. A los 59 años, y con las ganas de alcanzar la gloria de la misma manera en que lo hizo cuando inició su carrera, el experimentado atleta intentará escribir una nueva página dorada en el deporte.
Tenía tan sólo seis años cuando dio inicio a su carrera en la vela. Santiago quería ser como su padre, Enrique Jorge Lange, quien se destacaba como regatista y había dicho presente en los Juegos Olímpicos de Helsinski 1952. Sin embargo, lo terminó superando, ya que no sólo logró competir en grandes torneos sino también en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, Atenas 2004 y Beijing 2008. En estos dos últimos obtuvo la medalla de bronce, aunque el objetivo era el oro. Y Río 2016 era una gran oportunidad...
En 2015, tan sólo un año antes de que comenzara la competencia, Lange tuvo un giro completamente inesperado en su vida: mientras se preparaba para llegar a tono junto a su compañera de equipo Cecilia Carranza Saroli, recibió le peor noticia. Los médicos le diagnosticaron cáncer en el pulmón izquierdo. Debían operarlo y extirparle una parte. Y meses antes de iniciar su camino en Río de 2016, se sometió a la cirugía el 22 de septiembre de 2015, el mismo día de su cumpleaños 54.
En medio de los tratamientos y cuidados, Santiago Lange se entrenó y preparó mental y físicamente para poder estar en la competencia que tanto anhelaba. Tenía 55 años y venía de sufrir un cáncer de pulmón. El panorama era complicado, pero el regatista nacido en San Isidro (Provincia de Buenos Aires) no se echó para atrás. Todo lo contrario.
Santiago Lange y el día que consiguó la medalla de oro en Río 2016 junto a su compañera Cecilia Carranza Saroli
El 16 de agosto de 2016, y tras superar varias pruebas, Santiago Lange y Cecilia Carranza Saroli se subieron al catamarán para competir por la medalla de oro en Nacra 17. Era el día en que había que hacer historia. Y así lo hicieron: en un dramático final, y por tan sólo un punto de diferencia sobre el equipo australiano, la pareja argentina se quedó con el oro. La emoción se apoderó del equipo argentino y las miradas estuvieron puestas en Lange, el hombre al que la vida le dio una revancha inolvidable.
Tiempo después de la condecoración, Lange recibió el premio como el "Regatista del Año" por la Federación Internacional de Yachting. Acerca de la enfermedad que padeció y debió superar, el experimentado deportista ofreció un testimonio que, sin dudas, pone la piel de gallina: "Fue una coincidencia linda entre operación y natalicio. Quería empezar una nueva vida, dar vuelta la página. Rarísimo lo del cáncer. Yo era un hombre sano. Deportista. Me cuido. Como bien. No tomo alcohol. Nunca fumé. “¡¿Por qué me pasa esto a mí?!”, me preguntaba. Después: “¿Para qué a mí?”. Entonces, el cáncer se transformó en desafío, no en enfermedad. Estaba en una tormenta en medio del mar y no podía bajarme del barco. Una realidad que había que vivir".
"Intentarlo, caer y levantarse", las tres luces del faro que guiaron y guían hoy al abanderado argentino de 59 años, uno de los deportistas más importantes del país que es ejemplo en el mundo entero.