Este viernes 26 de julio es un día histórico para el deporte mundial por la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 que dará inicio a la máxima cita deportiva. Durante el evento, el primer país en levantar el telón del desfile por el Río Sena fue Alemania con un abanderado muy reconocido en el ambiente.
Quien tuvo el honor de ser el primogenio entre los 10.500 atletas fue Dennis Schröder, flamante abanderado basquetbolista de Alemania junto a la yudoka Anna-Maria Wagner. El país teutón, que tendrá 428 participantes divididos en 30 deportes, eligió a dos atletas que en los últimos tiempos llevaron la bandera a lo más alto de sus disciplinas.
"El hecho de que un hombre negro con raíces gambianas pueda llevar la bandera es una fuerte señal en tiempos de xenofobia y racismo abierto", comentó el propio Dennis en una entrevista con la revista Der Spiegel, horas después de ser recibir el nombramiento para París.
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Quien és Dennis Schröder, abanderado de Alemania en los Juegos Olímpicos de París 2024
Si Alemania tiene alguien en quién confiar y soñar para una medalla, ese es Schröder, el mismo que fue clave para la consagración en el Mundial 2023. Pero lo cierto es que el talentoso base, actual jugador de Brooklyn Nets, ha tenido una historia fatídica hasta convertirse en una estrella del deporte y su país- un fiel a la camiseta teutona y un infaltable en el resurgimiento de su selección.
A los 16 años conoció lo más oscuro de la vida, cuando falleció su padre, Axel, por una enfermedad de corazón. Hasta allí pasaba sus días jugando e imitando videos de básquet, pero un día después de esa pérdida, encontró una carta que le había escrito su padre en la que le pedía que utilizara el baloncesto para cambiar su vida. “Y todo cambió después de ese momento”, reconoció Schröder en una entrevista años después.
La infancia, sin embargo, no fue nada fácil del NBA no fue fácil. Dennis, con descendencia de Gambia, país africano donde nació la mayor parte de su familia, creció como un musulmán negro en Alemania, algo nada fácil. Era uno de los dos niños negros en una escuela de 800 alumnos. Fue la madre quien lo animó: “Haz que todos te reconozcan por la calle; tíñete el afro de rubio”. Schröder sólo se tiñó un mechón. Su marca desde entonces.
“Tenía un amigo blanco, Fabián; éramos muy cercanos. Todavía hablamos. Fuimos a la escuela 18 años juntos. Pero otras personas decían: 'Mírenlo. Es negro. Tiene suciedad por todo el cuerpo'. Cosas así. Cuando comencé a meterme en el baloncesto, la gente no decía nada. Todavía sabía que no les gustaban los negros, que pensaban que yo era diferente a ellos. Así que simplemente lo acepté y pasé de allá”, confesó Dennis.
Fue recinén en Phantoms Braunschweig que dubutó en 2011 en primera división, con un impacto impreisonante. Tras haber sido elegido mejor jugador joven y el más mejorado de la liga alemana, probó suerte en el draft 2013 de la NBA, siendo elegido en la posición 17 por los Atlanta Hawks.
"Es competitivo, provocador, trabaja en las dos partes del campo… No tiene nada que ver con el prototipo de extranjero. Nada ver que con nadie que pasara por los Spurs en todos los años que estuve allí”, dice el reputado entrenador Mike Budenholzer. Aunque su arrogancia no era bien vista, se hizo lugar: “Mi hermano me decía todos los días: 'Eres algo especial. No hay mucha gente en Alemania que piense como tú”.
En 2015 tuvo su primera vez con el seleccionado Alemania y poco a poco se hizo dueño del equipo, ha sido la figura en todas y cada una de las competencias, y ahora sueña con llevar a su seleccionado a hacer historia en los Juegos Olímpicos de París 2024.
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