Desde el oro de Sebastián Crismanich en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el taekwondo se metió en la consideración del público argentino para las grandes citas. En silencio y usando más los puños que su palabra, Lucas Guzmán se convirtió en una esperanza para el deporte argentino en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Con la medalla de oro en los Panamericanos de Lima y bronce en el Mundial de Manchester, Guzmán se perfilaba como una esperanza en Tokio 2020. Si bien no pudo coronar su proceso de maduración tanto personal como profesional con una presea, el quinto lugar obtenido en la capital japonesa fue un logro muy importante en su carrera. Cinco años antes de aquella ocasión, el joven nacido en la ciudad bonaerense de Merlo se quedó afuera de la cita olímpica en Río de Janeiro, entre otras cosas, debido a su juventud.
Cómo llega Lucas Guzmán a los Juegos Olímpicos de París 2024
Ya con 30 años, con otra experiencia en un Juego Panamericano (obtuvo la medalla de plata en Santiago 2023) y tras el nacimiento de su primera hija y atravesar sus primeros meses como papá, Guzmán llega con nuevas fuerzas a París 2024. Pensó en el retiro tras este nuevo desafío en la "ciudad de la luz", aunque dejó la puerta entreabierta para continuar: "Vamos a ir viendo cómo me voy sintiendo. Si lo extraño, si estoy para un poco más, probablemente pueda llegar a meter algunos torneos más", declaró en diálogo con la periodista Luciana Aranguiz.
La clasificación a esta edición de los Juegos Olímpicos estuvo cargada de emoción: en abril de este año, Guzmán venció al canadiense Braven Park en las semifinales del Preolímpico de Santo Domingo. Luego de un combate muy igualado, el bonaerense conectó una patada que le dio la ventaja en puntos en el último parcial. Ahora, debutará frente al húngaro Omar Salim en los octavos de final a partir de las 7:15 de la mañana en Argentina.
La experiencia de Guzmán previa a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020
Con mucha juventud, Lucas Guzmán era uno de los apuntados, en Río 2016, a no solo ingresar al torneo sino también quedarse con alguna presea. En aquel momento, su edad y su falta de experiencia le jugaron una mala pasada por lo cual quedó lejos de la cita olímpica. Sin embargo, ahora con mucha más experiencia y con un cambio, qué el mismo sintió como radical, ahora llega a la competencia de otra forma. Se refugió en la fe y, según dijo en un par de entrevistas, cambió “hábitos de mi vida desordenada". Además añadió que ahora se volcó a "confiar en Dios, que es el poseedor de la Gloria, siempre".
Más allá de haberse volcado a la iglesia, lo cierto es que lo que cambió su plan de trabajo fue el entrenamiento y llegó una nueva revancha por su talento. Junto él, además, está Gabriel Taraburelli, un ex taekwondista, que participó en Sidney 2000 y que ahora es el entrenador principal de la Selección. Antes de partir, contó: “Es una etapa diferente, estamos con mucha confianza”.
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En 2020, un año antes de la competencia, la Selección de Taekwondo hizo un campamento de 45 días para completar el entrenamiento. Sin embargo, la pandemia hizo retrasar varios planes. Ahora, con el pase del tiempo y con pocas entrevistas, se fueron hacia Kazajistán -lugar que múltiples deportistas argentinos tomaron como referencia- para aclimatarse y finalmente llegar al día de la competencia.
Justamente, sobre Gabriel Taraburelli, Lucas en una entrevista con TyC Sports indicó: “A él le gusta gritar, yo respondo ante esos gritos. Compartimos muchos años viajando y siendo cómplice de mis locuras. Me preguntaba si podía ir al Mundial y pelear una medalla o hacer lo mismo en los Panamericanos y el me animó y me dijo que podía lograrlo”. Taraburelli tenía razón.
A lo largo de un largo proceso que arrancó mucho antes de que Sebastián Crismanich gane la medalla de oro en Londres, el paso del tiempo le otorgó logros. Primero en el club Libertad y luego con su padre, Eduardo, que fue entrenador personal y creó una Academia para poder entrenar a Lucas. Primero por diversión, luego pasó a entrenar más duro junto con Eduardo, su papá que fue entrenador personal, desde 2011.