La delegación argentina llegó a los Juegos Olímpicos de París con hambre de gloria y notorias ausencias. Si bien los representantes del basket y el boxeo no pudieron decir presente en la más importante cumbre deportiva, hay disciplinas como el tiro, el skateboarding y el BMX que lograron alcanzar instancias históricas para el alto rendimiento nacional gracias a Matias Dell Ollio con la patineta, Julián Gutiérrez con el rile y, sobre todo, José Torres con la histórica medalla de oro con la bicicleta. Sin embargo, se trata de una delegación que llevó 136 atletas, 42 menos que en Tokio 2020 y 77 menos que en Río 2016. Y uno de los principales motivos de esta disminución es el desfinanciamiento del Ente Nacional de Alto Rendimiento (ENARD).
Para Milka Kraljev, que participó en Atenas 2004, Londres 2012 y Tokio 2020 en remo y hoy acompaña a la delegación nacional, Argentina “tuvo un buen comienzo” en una época para el alto rendimiento que la ahora ex remera describió en diálogo con El Destape como “de transición generacional y monetaria”. Cuando se le preguntó qué se necesitaría para que la transición generacional sea armoniosa, Kraljev contestó: “Básicamente que se concrete la modificación de la Ley del ENARD (26573) para poder tener recursos”.
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En 2017, el gobierno de Mauricio Macri impulsó la derogación del inciso A del artículo 39 de la ley, que eximió a las empresas de telecomunicaciones de destinar el 1% del abono que cobraban por sus servicios al financiamiento del deporte de alto rendimiento. Diputados de Unión por la Patria presentaron recientemente un proyecto de ley para recuperar el financiamiento a través de la reinstauración de esa alícuota.
El desfinanciamiento, sumado a la licuación de la moneda desde 2017 hasta la fecha, perjudicó el entrenamiento y el acompañamiento de los atletas de alto rendimiento argentinos. Actualmente hay 1.189 becados por el ENARD, 1669 menos que hace 10 años. El ENARD, además, tiene un sistema de becas cuyos montos varían de acuerdo a si el destinatario clasificó, tiene proyección o ya ganó una medalla en otros juegos olímpicos.
Al momento de escribir estas líneas, un clasificado a París 2024 sin proyección recibe una beca de 300 mil pesos. Por su parte, el atleta que tenga proyección, que según el ENARD de Javier Milei es “tendencia en los resultados que pronostiquen condiciones objetivas de podio olímpico” es de 524 mil pesos. En ese sentido, los que hayan sido medallistas en Tokio 2020 recibirán una suma mensual de 689 mil pesos. Para comparar, en junio una familia necesitó 873 mil pesos para no ser pobre.
Los atletas jóvenes también reciben becas. Tanto los que busquen transicionar al alto rendimiento como los que busquen participar de campeonatos panamericanos y mundiales reciben una suma mensual de 137 mil pesos.
Pese a este contexto, Kraljev destacó las presentaciones que tuvo Argentina hasta la fecha: “El diploma de Julián (Gutiérrez) es súper importante. Es un atleta muy joven con mucho futuro y una cabeza increíble. Los Pumas, si bien vinieron por el oro, jugaron a un nivel altísimo. Competir en un estadio con 80 mil personas en contra no es fácil. Son atletas, no máquinas. El skate también hizo historia”.
Respecto a la ausencia del basket, la ex atleta sostuvo que “no es fácil desarrollar un deporte y que sea continuo”. “Obviamente llama la atención. Lo mismo que el boxeo. Si bien tenemos muy buenos atletas no es fácil. Lleva mucho tiempo, para mí, llevar a un atleta a entrenar en alto rendimiento y que esté en los juegos olímpicos”, agregó.
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