La mañana del domingo 28 de julio entregó una sorpresa total en los Juegos Olímpicos de París 2024. Fuera del radar, Marcelo Julián Gutiérrez sorprendió a casi toda Argentina con una noticia que llegó de un lugar llamativo: un polígono de tiro. Es catamarqueño y tiene 23 años. Y su pasión es el tiro deportivo y no solo es su deseo más grande, sino también es muy bueno en lo que hace por eso llegó a la final en la prueba de rifle de aire 10 metros. Y allí terminó octavo con 122.8 puntos, por lo que se llevó un diploma.
Gutiérrez es un joven catamarqueño que empezó a disparar cuando tenía 10 u 11 años. Pero, en diversos lados, contó que cuando era muy chico, cerca de los 12, disparaba contra una caja de vinos de cartón atada a un palo para que tuviera más altura. Apuntaba desde lejos, cada vez más lejos, en el patio de su casa. Y lo hacía, siempre con todo tapado para proteger, lógicamente, lo suyo. Ese lugar donde practicaba era un pequeño patio de su casa en la calle caseros, de barrio La Tablada en San Fernando del Valle de Catamarca.
En momentos donde el COVID-19 asustaba, el joven de 19 años -en aquel entonces- seguía entrenando en su casa, en un pasillo como cuando era chico. Lo hacía con un blanco electrónico que él ponía en el fondo, justo a diez metros desde su lugar. Tenía esperanzas de clasificarse a los juegos en el país asiático, pero se quedó afuera en lo que significó un golpe para su carrera. Pero todo cambió un par de años después.
En una entrevista con el medio "revista Aire Libre" -solo ese dato ya impacta sobre la importancia del deporte para un sector poco conocido-, el propio Gutiérrez reveló cómo cambió su forma de pensar luego de haberse quedado en las puertas de Tokio. Incluso, recordando que había sido campeón en Lima 2019. Allí recordó las palabras de su papá: "Lo que mi papá siempre me remarca es ver todo. ¿Qué hiciste en estos cuatro años? Le diste la primera medalla Panamericana a Catamarca, su primer oro en un Panamericano. Hay cosas que tenés que valorar más allá que el objetivo. El camino que hiciste es muy grande. Quedate con eso, la meta la podés replantear, te podés volver a preparar, pero felicitate a vos mismo”.
Antes de hacer este deporte, lo cierto es que Julián intentó jugar al fútbol, pero no fue su pasión nunca. Atajaba en el Club Atlético Policial, pero el mismo reconoció: "ERa malísimo" y eligió quedarse con el tiro. Más allá de todo, lo cierto es que el 5 de abril de este año fue el día que nunca olvidará porque se convirtió en el primer catamarqueño en la historia en clasificar a los Juegos Olímpicos. Ese día su mamá no quiso ver la tele, pero se enteró después cuando ganó en la final al mexicano Edson Ramírez y al estadounidense Timothy Sherry.