Hernán Urra no se conforma con lo que tiene. A sus 27 años, tiene colgadas tres medallas paralímpicas de plata. Una obtenida en Río 2016, la segunda en Tokio 2020 y la última en París 2024. Sus logros son de los más importantes en el deporte argentino, pero él tiene una espina que le urge sacarse: ganar la medalla dorada. Está dispuesto a intentarlo en cuatro Juegos Paralímpicos más de ser necesario con tal de satisfacer el hambre de gloria que se originó en Cinco Saltos, una pequeña ciudad en la que una casualidad dio pie a su ilustre carrera.
En un taller mecánico donde se trabajaba de sol a sol, un cliente dejó su moto y aprovechó para intercambiar algunas palabras con el dueño del local. Había una concentración de la Selección Argentina de Fútbol con Parálisis Cerebral en Cinco Saltos y el cliente sabía que Hernán, el hijo del mecánico, era versado con la pelota a pesar de tener dificultad en el movimiento.
MÁS INFO
“No sabía que tenía una discapacidad, yo siempre pensé que era un niño normal”, contó Urra en diálogo con El Destape. Su dificultad a la hora de mover las piernas venía acompañado de un insoportable dolor de cadera. Sus padres lo llevaron con todos los especialistas que conocían hasta que, en 2008, dieron con el diagnóstico indicado, que fue paraparesia de miembros inferiores, una parálisis cerebral.
Hernán, que era un muy buen arquero y tenía la pasión por el fútbol en sus venas, se dirigió a la concentración y realizó una prueba para el equipo. Su desempeño fue seguido muy de cerca por quien pasaría a convertirse en una figura central en su carrera como deportista: Federico Salazar, que era entrenador de atletismo. Si bien Urra nunca había realizado esta disciplina, tenía muchas condiciones físicas para hacerlo. “Empecé corriendo. Corrí 80 metros y gané. Tenía talento, y después me preguntaron si quería lanzar o si quería seguir corriendo”, narró Hernán.
Rápidamente, Urra mostró capacidad para realizar múltiples disciplinas. Hacía lanzamiento de disco, jabalina y bala, corría y también competía en natación. Había aprendido a nadar en el canal de riego de Cinco Saltos y, como tenía brazos muy largos, eso le sirvió para desarrollar su técnica en el agua que le permitió ganar regionales en la disciplina.
En 2013, debido a todo el potencial que mostraba, Hernán fue convocado a una concentración en el CENARD, donde convivió con la élite del deporte argentino. Fue alrededor de esa época en la que decidió centrarse en el lanzamiento de bala. Se había aburrido de correr y también apartó la natación de sus prácticas. Hoy, con tres medallas de plata en su haber, Hernán sostuvo: “La verdad no me equivoqué”.
Con todo lo logrado, podría desear colgar los botines y a nadie le parecería extraño. Sin embargo, cuando se le preguntó si los juegos olímpicos en Los Ángeles 2028 podrían ser sus últimos, Hernán explicó: “La maduración de los lanzadores es hasta los 48, 50 años”.En ese sentido, ahondó: “Quiero llegar a cuatro juegos más y estar en la cima. No me quiero retirar hasta que no tenga la dorada y mejorar la marca. Quiero muchas cosas. Tengo mucha hambre de gloria, quiero llegar a lo más alto”.
Pero no todo es hambre deportivo en la carrera de Hernán. Cuando ganó su tercera medalla en París su primera reacción fue mostrar un cartel en cámara que decía “mi vida, ¿te querés casar conmigo?”. Candela, su pareja que estaba en la tribuna, fue sorprendida por la propuesta y se abalanzó sobre los brazos del atleta, diciéndole que quería dar un paso más en su relación y formar matrimonio. Al día en el que se escriben estas líneas, todavía no hay fecha para la boda. “Estamos centrados en disfrutar”, aclaró Hernán.
Tres medallas de plata, dos hijos y un futuro por delante. Hernán Urra está dispuesto a invertir 16 años más en el deporte adaptado para darle la máxima presea a Argentina. Mientras se prepara para ese momento, Urra recibe una beca del ENARD y se desempeña en la secretaría de deportes de Cinco Saltos. También tiene múltiples sponsors que lo acompañan en todas sus campañas paralímpicas. ¿Qué puede llegar a desear un hombre que se podría decir que está realizado? Hernán dio su respuesta: “Una foto con Lionel Messi”.