Una racha de oros en el final de la competencia dejó a Estados Unidos en lo más alto del medallero de los Juegos de Tokio en la última jornada, superando a China, mientras que Brasil y Cuba fueron los países más destacados de América Latina.
El equipo contaba con más de 100 preseas al llegar a la última jornada y quedó finalmente en la cima por tercera vez consecutiva gracias a varios oros, incluyendo los del baloncesto y el voleibol femenino.
Estados Unidos cerró su cosecha con 39 oros, uno más que China, y 113 medallas en total, lo que igualmente supone un descenso respecto a los Juegos de Río 2016, cuando consiguió 46 oros y un total de 121 preseas.
Japón terminó en el tercer puesto del medallero, por delante de Gran Bretaña.
"Estamos encantados con la actuación del equipo de Estados Unidos en los Juegos de Tokio", dijo Susanne Lyons, presidenta del Comité Olímpico de Estados Unidos.
Como es costumbre, Brasil y Cuba destacaron entre los equipos de América Latina. El gigante sudamericano terminó en el puesto 12 del medallero con 7 oros, seis platas y ocho bronces, mientras que el equipo de la isla fue decimocuarto con siete oros, tres platas y cinco bronces.
Ecuador finalizó en un lejano puesto 38 -dos oros y una plata-.
Para algunos, la búsqueda de la gloria olímpica adquirió mayor complejidad y significado, ya que los Juegos se desarrollaron sin aficionados y en condiciones restrictivas en medio de la pandemia de COVID-19.
Simone Biles llegó a Tokio con el objetivo de conseguir un récord de seis oros en gimnasia para convertirse en la mejor de la historia, pero en lugar de ganar medallas cambió la narrativa por la defensa de la salud mental, dejando una huella indeleble en los Juegos y provocando un debate sobre la costosa presión del éxito.
Allyson Felix, que compitió en sus quintos y últimos Juegos después de dar a luz en 2018, tuvo una despedida digna de su brillante carrera, sumando una undécima medalla récord como la mujer más condecorada en la historia del atletismo olímpico.
Los hombres estadounidenses sufrieron mucho más, consiguiendo sólo un oro en atletismo individual en el lanzamiento de peso y poniendo fin a su sequía en la pista con una medalla de oro en el relevo de 4x400 metros el sábado.