Una atleta bielorrusa entró en la embajada polaca en Tokio el lunes, un día después de negarse subir a un vuelo en la capital de Japón al que dijo que su equipo la llevó en contra de sus deseos.
Krystsina Tsimanouskaya, de 24 años, pedirá asilo en Polonia, dijo un miembro de la comunidad bielorrusa local que está en contacto con ella. Las autoridades consulares polacas no respondieron a las solicitudes de confirmación.
Por otro lado, el marido de la velocista, Arseni Zhdanevich, salió de Bielorusia y ha entrado en Ucrania, según informó el lunes una fuente del Ministerio del Interior ucraniano. No fue posible contactar inmediatamente con Zhdanevich para que hiciera comentarios.
Anteriormente, el viceministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Marcin Przydacz, escribió en Twitter que a Tsimanouskaya se le ha "ofrecido un visado humanitario y es libre de seguir su carrera deportiva en Polonia si así lo desea".
La velocista se detuvo frente a la embajada en una furgoneta plateada y sin distintivos hacia las 17:00 hora local (08:00 GMT). Salió con su equipaje oficial y saludó a dos funcionarios antes de entrar en el recinto. Dos mujeres, una de ellas portando la bandera roja y blanca considerada símbolo de la oposición en Bielorrusia, se acercaron a las puertas para apoyarla.
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En un incidente diplomático al margen de los Juegos Olímpicos, la negativa de Tsimanouskaya a subir al avión, de la que informó por primera vez Reuters, ha puesto en evidencia la discordia en Bielorrusia, un antiguo estado soviético dirigido con mano dura por el presidente Alexander Lukashenko.
La velocista, que debía competir el lunes en las series de 200 metros femeninos, vio su participación truncada cuando dijo que la llevaban al aeropuerto para embarcar en un vuelo de Turkish Airlines.
Según declaró a un reportero de Reuters a través de Telegram, el seleccionador bielorruso se presentó en su habitación el domingo en la villa de los atletas y le dijo que tenía que marcharse.
"El entrenador principal se acercó a mí y me dijo que había habido una orden de arriba para sacarme", escribió en el mensaje. "A las 5 (de la tarde) vinieron a mi habitación y me dijeron que hiciera las maletas y me llevaron al aeropuerto".
Pero ella se negó a embarcar en el vuelo, y dijo a Reuters: "No volveré a Bielorrusia". Entonces buscó la protección de la policía japonesa en el aeropuerto.
El Comité Olímpico de Bielorrusia declaró en un comunicado que los entrenadores habían decidido retirar a Tsimanouskaya de los Juegos por consejo de los médicos sobre su "estado emocional y psicológico".
El seleccionador bielorruso de atletismo, Yuri Moisevich, declaró a la televisión estatal que "veía que le pasaba algo (...). Se recluyó o no quiso hablar".
A primera hora del lunes, un portavoz del Comité Olímpico Internacional dijo que las autoridades seguirían conversando con Tsimanouskaya y que habían pedido un informe completo al comité olímpico de Bielorrusia, según Adams.
El Gobierno japonés dijo que la atleta se había mantenido a salvo mientras los organizadores de Tokio 2020 y el COI comprobaban sus intenciones.
Con información de Reuters