El seleccionador de Japón, Hajime Moriyasu, aclamado como el cerebro táctico tras la victoria 2-1 sobre Alemania, quedó en el centro de las críticas el domingo después de que Costa Rica diera una sorpresa similar al superar 1-0 a su equipo y dejar todo por definir en la jornada final del Grupo E.
La extrema cautela de Moriyasu quizás estaba justificada contra Alemania, pero mantener el talento ofensivo que tiene a su disposición en el banquillo contra un equipo que perdió 7-0 ante España en su estreno en el torneo pareció un despilfarro que roza lo criminal.
Jugadores como Takumi Minamino y Kaoru Mitoma habían demostrado lo que podían aportar al ataque de Japón frente a una de las mejores defensas del mundo tras su ingreso en la victoria 2-1 contra Alemania.
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Aunque Moriyasu realizó cinco cambios para el partido contra Costa Rica, sólo Ritsu Doan, uno de los suplentes que entraron para cambiar el desarrollo del partido contra Alemania, fue titular.
Japón volvió a empezar con una defensa de cuatro, como hizo durante la primera hora contra Alemania, y no cambió a una zaga de tres hombres hasta el descanso.
El elenco nipón nunca encontró la forma de crear mucho peligro ante la valla de Costa Rica, que mantuvo a 10 hombres por detrás del balón durante gran parte del tiempo, y movía la pelota de un lado al otro del campo sin profundidad para habilitar a sus delanteros.
Pese a algunos cambios en la parte final del encuentro, nada se modificó demasiado en el trámite, y la cosa empeoró para el equipo asiático cuando Keysher Fuller marcó en el primer tiro al arco de su equipo.
Moriyasu no se disculpó por la insípida exhibición de su equipo sólo unos días después de una de sus mayores victorias.
"No me arrepiento de nada, para ser sincero", dijo el DT a periodistas.
"El resultado fue una pena, pero no significa que lo que hayamos hecho esté mal. Yo decidí la táctica (...) El resultado no funcionó, pero lo intentamos", agregó.
Con información de Reuters