El mundo de Bukayo Saka se derrumbó cuando falló el último penal en la tanda de la final de la Eurocopa del año pasado, pero el delantero inglés dijo el lunes que había madurado desde aquel fallo para convertirse en un jugador más seguro.
Saka lanzó el quinto penal de Inglaterra contra Italia después de que Marcus Rashford y Jadon Sancho no hubieran marcado. Su fallo le dio a Italia el trofeo en Wembley y provocó un torrente de insultos en las redes sociales, a menudo racistas.
Sin embargo, el joven de 21 años ha dejado atrás el incidente e incluso ha dado un paso al frente para lanzar los penales de su club, el Arsenal, que se encuentra en lo más alto de la tabla de la Premier League esta temporada.
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"Evidentemente, he madurado y he progresado mucho como jugador y como persona desde aquel momento, y no habría intervenido las veces que lo he hecho con el Arsenal para lanzar un penal si no tuviera confianza", declaró Saka.
"Así que, obviamente, si llega el momento y me toca lanzarlo, estaré más que contento", dijo y añadió que el apoyo de sus compañeros lo había ayudado a superar ese momento.
Saka, Jude Bellingham y Phil Foden -los tres jugadores más jóvenes de la selección inglesa- han sido descritos como "talentos generacionales", pero el jugador del Arsenal dijo que habían aprendido a desentenderse del ruido, tanto de los halagos como de las críticas.
"Realmente no hablamos de lo que la gente dice afuera, hay muchas cosas buenas, los cumplidos (...) pero también hay algunas cosas malas, así que estamos tratando de no leer todo", dijo Saka.
"Sé que definitivamente los tres tenemos más confianza en nosotros mismos, sabemos que tenemos calidad para entrar en el juego y decidir el partido".
Con información de Reuters