La levantadora de pesas neozelandesa Laurel Hubbard se convertirá en la primera atleta transgénero que compite en unos Juegos Olímpicos cuando tome la salida en la categoría de peso 87+kg el 2 de agosto en los Juegos de Tokio.
La inclusión de Hubbard, de 43 años, ha suscitado una gran polémica, ya que algunos han cuestionado la equidad de que los atletas transgénero compitan contra las mujeres. Hubbard, que será la levantadora de más edad en los Juegos, había competido en las pruebas de halterofilia masculina antes de transicionar en 2013.
¿Hay ventaja deportiva?
La pubertad masculina no es el único factor para determinar si los atletas transgénero tienen una ventaja sobre sus competidores, dijo el jueves el jefe médico del Comité Olímpico Internacional.
Los científicos han señalado las ventajas biológicas de quienes han pasado por la pubertad como varones, como la densidad ósea y muscular, y algunos atletas se han opuesto públicamente a su participación olímpica.
Los partidarios de la inclusión de los transexuales argumentan que el proceso de transición disminuye considerablemente esa ventaja.
"Laurel Hubbard es una mujer que compite bajo las reglas de su federación", dijo el director médico del COI, Richard Budgett, en una conferencia de prensa el jueves.
"Cuando se trata de ventajas y desventajas hay más que aprender, siempre hay más ciencia".
"Hay muchos aspectos de la fisiología y la anatomía y la parte mental que contribuyen a un rendimiento de élite y es muy difícil decir 'sí tiene una ventaja porque pasó por la pubertad masculina', cuando hay tantos otros factores a tener en cuenta. No es sencillo".
El COI despejó el camino en 2015 para que atletas transgénero compitieran en los Juegos como mujeres, siempre que sus niveles de testosterona estuvieran por debajo de 10 nanomoles por litro durante al menos 12 meses antes de su primera competición.
Ahora hay una revisión en curso dirigida por el COI de todos los datos científicos para determinar un nuevo marco que permita a las federaciones internacionales tomar decisiones para su deporte de forma individual, según el organismo.
"Hay un gran desacuerdo en todo el mundo del deporte y más allá sobre la cuestión de si pueden participar en competiciones femeninas", dijo Budgett.
La federación australiana de halterofilia había intentado impedir que Hubbard compitiera en la prueba femenina de los Juegos de la Commonwealth de 2018, pero ha apoyado su selección para Tokio.
"Todo el mundo está de acuerdo en que las mujeres transexuales son mujeres, pero la cuestión es si pueden participar en determinadas pruebas deportivas. Realmente tiene que ser algo muy específico del deporte".
Con información de Reuters