Las autoridades deportivas italianas están estudiando denuncias de presiones psicológicas indebidas a jóvenes gimnastas sobre sus hábitos alimenticios, tras la presentación de un recurso judicial ante un fiscal.
"Las medallas son una cuestión de orgullo nacional, pero ninguna medalla puede contrarrestar un comportamiento inadecuado", declaró el miércoles el ministro de Deportes, Andrea Abodi, según informó la agencia de noticias italiana Ansa.
Abodi se refería a la creciente preocupación por el modo en que las atletas, muchas de ellas adolescentes, son tratadas por los entrenadores.
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El tema ha salido a la luz por una denuncia presentada ante un fiscal de la ciudad norteña de Brescia por la madre de dos gimnastas rítmicas debido al trato que reciben, especialmente en lo que respecta a mantener un peso determinado. La madre y las hijas no han sido nombradas.
Abodi se reunió anteriormente con Giovanni Malago, presidente del comité olímpico del país, y con Gherardo Tecchi, director de la federación nacional de gimnasia, para abordar el asunto.
"El nuestro es un deporte de jóvenes, la mayoría de nuestros miembros tienen menos de 18 años y tenemos que ser especialmente cuidadosos a la hora de cuidarlos", declaró Tecchi en una rueda de prensa. "El deportista es lo primero y tenemos un respeto total por ellos", añadió, según agencias de noticias italianas.
La queja se hace eco de las declaraciones realizadas por la exgimnasta rítmica Nina Corradini, quien aseguró al diario la Repubblica el fin de semana que había abandonado el equipo nacional el año pasado tras sufrir abusos por su forma de comer.
Italia tiene un sólido historial en este deporte y ganó una medalla de bronce en la prueba de equipo de gimnasia rítmica en los Juegos Olímpicos de Tokio del año pasado.
Con información de Reuters