Patronato y Gimnasia y Esgrima La Plata igualaron sin goles en Paraná en un resultado que no les sirve a ninguno de los dos, ya que ambos hasta el momento se están quedando afuera de la clasificación en la Zona 6 de la Copa Liga Profesional.
El partido fue parejo y, en líneas generales el empate fue justo, más allá de que el conjunto local jugó con un hombre menos más de un tiempo por la temprana expulsión de Leandro Marín. Sin embargo, en el final del encuentro se dio una situación que podría haber torcido las cosas a su favor.
El protagonista de la jugada que todos hablan fue el delantero de Patronato, Germán Rivero, quien a los 44 minutos del segundo tiempo quedó cara a cara con el gol luego de una pifia del arquero Jorge Broun que lo dejó sin oposición, con el arco libre para definir y, encima, con un compañero suyo al lado como apoyo para sentirse aún más seguro.
Sin embargo, Rivero optó por hacer un control de más y no hizo ni una cosa ni la otra: no pudo pegarle al arco ni pasársela a Fernando Luna, que venía pidiéndole la pelota a su lado. Todo ese tiempo que tardó el delantero en definir le sirvió al defensor Sandro Morales para recuperarse y llegar a una salvada memorable desde atrás para enviar el balón al tiro de esquina y desactivar el peligro.
Mientras los presentes no podían creer la chance que desperdició Rivero y Luna insultaba a más no poder por la acción de su compañero, el tiempo finalmente se acabó y todo terminó en empate. Pero Patronato protagonizó una jugada que no será fácil de olvidar.