El brasileño Neymar fue uno de los grandes protagonistas del escándalo en el partido que su equipo, Paris Saint Germain, perdió como local por 1 a 0 ante Olympique Marsella, por la Ligue 1 de Francia, que derivó en un enfrentamiento entre futbolistas de ambos equipos que se llevó puestos con tarjetas rojas a cinco futbolistas, entre ellos, además del ex Barcelona, los argentinos Leandro Paredes y Darío Benedetto.
Neymar acusó después del encuentro al español Alvaro González de haberle proferido insultos racistas, algo por lo que recibió hoy no solamente el respaldo del PSG sino del propio presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
Lo cierto es que, a través de una extensa carta, Neymar realizó su correspondiente descargo luego de lo sucedido, con una sentida reflexión acerca de la discriminación y el racismo:
"Ayer me rebelé. Me castigaron con tarjeta roja porque quería golpear a alguien que me ofendía. Pensé que no podía salir sin hacer nada, porque me di cuenta de que los responsables no harían nada, no percibirían o lo ignorarían. Durante el partido quise responder como siempre, jugando al fútbol. Los hechos demuestran que no lo logré, me rebelé.
En nuestro deporte las agresiones, los insultos, palabras fuera de lugar, disputa, son comunes, no se puede ser cariñoso y entiendo que eso es parte del juego. Pero el prejuicio y la intolerancia son inaceptables.
Yo soy negro. Hijo de negro. Nieto y bisnieto de negros. Tengo orgullo y no me veo diferente a nadie. Ayer quería que los responsables del juego (árbitro y auxiliares) se posicionaran de modo imparcial y entendieran que no cabe tal actitud prejuiciosa.
Reflexionando y viendo tantas manifestaciones sobre lo que ocurrió, estoy triste por el sentimiento de odio que podemos provocar cuando nos rebelamos en un momento de calentura.
¿Debería haberlo ignorado? No lo sé todavía. Hoy, con la cabeza fría, respondo que sí. Pero a su debido tiempo mis compañeros y yo pedimos ayuda a los árbitros y nos ignoraron. Este es el punto.
Nosotros que estamos dentro del entretenimiento necesitamos reflexionar. Una acción llevó a una reacción y llegó donde llegó. Acepto mi castigo porque debería haber seguido el camino de la disputa limpia del fútbol. Espero, por otro lado, que el defensor (Alvaro González, no lo nombra) sea castigado.
El racismo existe. Existe. Pero tenemos que pararlo. No más. Basta. El tipo fue un tonto. Yo también lo fui por dejarme llevar. Yo todavía tengo el privilegio de mantenerme con la cabeza levantada, pero todos necesitamos reflexionar que no toda las personas negras y blancas están en la misma condición. El daño de la confrontación puede ser desastroso para ambos lados, ya seas negro o blanco. No quiero y no deberíamos mezclar asignaturas, porque el color de piel no se elige. Ante Dios somos todos iguales.
Ayer perdí, me perdí en el juego, y me faltó sabiduría. Estar en el centro de esta situación o ignorar un acto racista no va a ayudar. Lo sé. Pero pacificar este movimiento antiracismo es nuestra obligación para que los menos privilegiados naturalmente reciban su defensa. Nos vamos a encontrar nuevamente (otra vez no nombra a González) y, de mi parte, va a ser jugando al fútbol...
Quedate en paz. Quedate en paz. Vos sabés lo que dijiste (le sigue apuntando al futbolista español sin mencionarlo), yo sé lo que hice. Más amor al mundo", cerró Neymar Junior.