Con Lionel Messi y el campeón de Europa Gianluigi Donnarumma incorporados esta temporada a una plantilla ya repleta de estrellas, el París Saint Germain podría haber pensado que este era su año para conseguir por fin su primer título de la Liga de Campeones.
Llegaron a la final en 2020 y a las semifinales en 2021 tras una serie de fracasos iniciales y consiguieron retener a Kylian Mbappé después de que el delantero francés pidiera marcharse al Real Madrid.
Sin embargo, en el partido de vuelta de los octavos de final cayeron por 3-1 ante el Madrid, con una derrota global de 3-2, en un descalabro extraordinario, en el que Karim Benzema marcó tres goles en el espacio de 17 minutos tras el primer gol de Mbappé en la primera parte.
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El escenario volvió a poner de manifiesto las carencias del PSG, demostrando, por si hacía falta, que una acumulación de talento tirando de talonario no basta para formar un equipo y que los jugadores no pueden ser más grandes que el propio club.
El PSG, que ha invertido más de mil millones de euros en fichajes desde que Qatar Sport Investment (QSI) se hizo cargo del equipo, ha tenido seis entrenadores desde 2011.
Carlo Ancelotti, que llevó al Madrid a los cuartos de final el miércoles, había sido uno de esos entrenadores, pero fue despedido tras menos de un año y medio en 2013.
Thomas Tuchel perdió su puesto en diciembre de 2020 y, menos de cinco meses después, guió al Chelsea a su segunda Liga de Campeones.
Fue sustituido por Mauricio Pochettino, que aún no ha conseguido dotar al equipo de un estilo de juego adecuado tras más de un año en el cargo.
Aunque los talentos individuales marcan la diferencia en la Ligue 1, donde disfrutan de una ventaja de 13 puntos esta temporada, ese tipo de enfoque no es suficiente en las grandes citas, como les recordó el Madrid, 13 veces campeón de Europa.
En el Santiago Bernabéu, los fantasmas de los fracasos pasados —contra el Barcelona o el Manchester United— reaparecieron el martes, y el PSG perdió la compostura después de que un error de Donnarumma diera a los anfitriones un empujón.
El guardameta italiano compite con el experimentado Keylor Navas y la decisión de Pochettino de ponerlo como titular le salió mal.
Con todo, lo que sorprendió fue la aceptación colectiva de la derrota, ya que el PSG sencillamente se hundió cuando quedaba cerca de media hora para conservar su ventaja global de un gol.
El director deportivo Leonardo, que cree que Donnarumma sufrió una falta en los momentos previos al gol del empate de Benzema, se negó a sacar conclusiones de un nuevo fracaso que dejará al PSG frustrado para cuando la final de la Liga de Campeones se juegue en el Estadio de Francia, a un tiro de piedra de su Parque de los Príncipes.
"No es el momento de encontrar todas las soluciones ni de sacar todas las conclusiones", dijo.
"Hasta el descanso fuimos superiores. Estábamos bien, con una plantilla para ganar la Liga de Campeones. Necesitamos tiempo para pensar y avanzar".
Por su parte, Mbappé, al que el PSG hizo quedarse hasta el final de su contrato en junio aunque había pedido marcharse al Real Madrid, podría pensar que es definitivamente el momento de marcharse.
Con información de Reuters
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