Oscar Ruggeri, quien debutó como jugador profesional en Boca, fue campeón del mundo con River y dirigió a Independiente, sorprendió a más de uno al declararse simpatizante de Racing en esta edición de la Libertadores.
En el programa 90 Minutos de ESPN se analizaban los cruces de los octavos de final de la Copa instantes después del sorteo y el Cabezón interrumpió a todos: “¡Vamos Racing! ¡Soy hincha de Racing! Me hice hincha de Racing”.
Cuando le mencionaron su identificación con el Millonario, dijo que “River va solo...” y desempolvó su eterna rivalidad con los brasileños: “Yo quiero que Racing elimine al Flamengo”. En el momento en el que el conductor Sebastián Vignolo le preguntó si quería que saliera campeón de América Racing, no dudó: “Sí, me encantaría Racing”.
A la vez le consultaron por el Rojo, que disputará la segunda ronda de la Sudamericana ante Atlético Tucumán, pero Ruggeri contestó: “¿Qué querés quedar bien con todo el mundo?”.
Más tarde, argumentó su abrupta simpatía por la Academia: “Toda la vida escuché quilombo y quilombo en Racing. No sé cuántos años hace que no escucho nada en Racing y que se hacen las cosas bien, más allá de que a veces se le dan los resultados y otras no. Están haciendo bien las cosas como club. Ahora hay un tipo que me gusta, que es serio, dice las cosas simples: ‘esto es así’ y hace (por el presidente Víctor Blanco). Y pusieron a un tipo como (Diego) Milito que les solucionó un montón de problemas. Entonces me encantaría, me gustaría. ¿Sabés por qué? Porque hace las cosas bien y sería bueno que le vaya bien deportivamente”.
Así quedaron las llaves de la Copa Libertadores
El sorteo de los octavos de final de la Copa Libertadores de América determinó que los tres equipos argentinos que participan (Boca, River y Racing) se medirán ante conjuntos brasileños en la siguiente fase. Lógicamente, la nota saliente que quedó determinada es que no podrá haber Superclásico hasta la final del certamen.
Boca, el mejor clasificado de los tres, se verá las caras ante el Inter de Porto Alegre, que tiene en el argentino Andrés D'Alessandro, ídolo de River, a su gran emblema.
River, en tanto, jugará en octavos de final frente a un "viejo conocido": Athletico Paranaense, equipo al que venció el año pasado en la definición de la Recopa Sudamericana.
En principio, el que peor parte se llevó de los tres fue Racing, a quien la suerte del sorteo le determinó que deberá jugar nada menos que frente a Flamengo, el último campeón del certamen. Para colmo, en caso de superar esta llave, se cruzará con el ganador del cruce entre Boca e Inter.