Robert Lewandowski es el hombre del momento en LaLiga. El delantero polaco es uno de los nuevos fichajes del Fútbol Club Barcelona para intentar destronar al Real Madrid, que sumó el título de la Liga de Campeones a su triunfo en la liga de fútbol española la pasada temporada.
El Barcelona se ha convertido en el equipo de Europa que más ha gastado en la última temporada, invirtiendo unos 150 millones de euros (155,21 millones de dólares) para fichar a Lewandowski del Bayern de Múnich, al extremo brasileño Raphinha del Leeds United y al defensa Jules Koundé del Sevilla.
También fichó como agentes libres al defensa Andreas Christensen, procedente del Chelsea, y al centrocampista Franck Kessié, del AC Milan, movimientos que sólo fueron posibles después de que el club vendiera una participación del 35% de sus derechos de televisión de LaLiga para los próximos 25 años, así como un 25% de su negocio audiovisual por unos 638 millones de euros.
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Sin embargo, debido a una profunda crisis financiera agravada por la pandemia del COVID-19, a lo que se añaden las normas del juego limpio financiero (FFP, por sus siglas en inglés) de LaLiga, el Barça sigue sin poder inscribir a sus nuevos jugadores antes de su inicio de la temporada, que tendrá lugar el sábado contra el Rayo Vallecano.
El Barça está inmerso en una carrera contrarreloj para activar una última palanca financiera, junto con su intento por vender al centrocampista neerlandés Frenkie de Jong, que le permitiría obtener la luz verde de LaLiga para inscribir sus nuevos fichajes.
La fecha límite es el 31 de agosto, cuando finaliza el plazo de fichajes.
El Barcelona también ha firmado un nuevo contrato con el delantero Ousmane Dembélé para poner fin a una sequía de tres años de títulos, aunque el francés sólo marcó un gol en 21 partidos de liga la pasada temporada.
Su último triunfo en LaLiga fue en 2019, cerrando más de una década de dominio en la competición doméstica, que tuvo a Lionel Messi como su talismán y que también incluyó tres trofeos de la Liga de Campeones.
Pero en las últimas temporadas el Barça ha tenido problemas con una plantilla envejecida, fichajes caros que no cumplieron con las expectativas y una crisis financiera que le impidió ofrecer un nuevo contrato a Messi, lo que permitió al argentino fichar por el París Saint Germain el año pasado como agente libre.
El equipo recuperó el orgullo en el campo la temporada pasada, después de quedar eliminado de la Liga de Campeones en la fase de grupos, y terminó segundo en la Liga, con un histórico del club, Xavi Hernández, como nuevo entrenador.
Xavi, que ganó varios trofeos con en el club entre 1998 y 2015, aportó algo de optimismo a una afición desilusionada, que ahora tiene en Lewandowski al ídolo que les faltaba tras la marcha de Messi.
Esa sensación de esperanza hizo que 86.000 aficionados acudieran al Camp Nou el pasado fin de semana para ver cómo el Barcelona goleaba al mexicano Pumas (6-0), en su último partido amistoso de pretemporada antes de su estreno en casa contra el Rayo Vallecano. El club espera que se agoten las entradas para la ocasión.
La cuestión es si todos sus jugadores estarán disponibles
(1 dólar = 0,9665 euros)
Con información de Reuters
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