La cancelación de vuelos para el Mundial no mina la ilusión de los marroquíes

14 de diciembre, 2022 | 10.06

Cientos de aficionados al fútbol marroquíes, desesperados por llegar a Qatar para ver a su selección convertirse en la primera de un país árabe o africano en disputar una semifinal de la Copa Mundial, se quedaron tirados el miércoles después de que la compañía aérea marroquí suprimiera varios vuelos adicionales.

Las cancelaciones, de las que Royal Air Maroc (RAM) culpó a las autoridades qataríes, dejaron a los viajeros abatidos, pero no estropearon el ambiente festivo en el país norteafricano antes del partido del miércoles contra Francia. El partido está cargado de simbolismo político-histórico, ya que Marruecos fue colonia de Francia, ahora hogar de muchos jugadores marroquíes.

El éxito de Marruecos hasta ahora ha sido vitoreado en bares o cafés desde Bagdad hasta Bamako, donde los aficionados han celebrado sus victorias contra equipos europeos de primera fila, como Bélgica, España y Portugal, en la primera Copa Mundial organizada por un país árabe.

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Miles de marroquíes ya han viajado a Qatar y cientos más se habían apresurado a comprar billetes en el último minuto, con la promesa de RAM de más billetes en 30 vuelos adicionales. Sin embargo una fuente de una agencia de viajes de RAM dijo que solo se habían programado 14 vuelos.

"Tras las últimas restricciones impuestas por las autoridades qataríes, Royal Air Maroc lamenta informar a sus clientes de la cancelación de sus vuelos operados por Qatar Airways", declaró la aerolínea en un comunicado enviado por correo electrónico.

La oficina de prensa internacional del Gobierno qatarí no respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios.

Youssef Chippo, exjugador de la selección nacional marroquí que trabaja en Qatar como comentarista del canal deportivo BeIn, afirmó que las cancelaciones de vuelos estaban relacionadas con la llegada a Doha de muchos aficionados sin entradas para los partidos.

Aficionados marroquíes se han enfrentado a veces con la policía en anteriores partidos de eliminatorias en Qatar, una nación rica pero pequeña, cuando miles de personas llegaban a los estadios sin entradas e intentaban acceder.

En el aeropuerto de Doha, aficionados que llegaron por la noche procedentes de Casablanca dijeron que esperaban recibir entradas a su llegada, basándose en lo que habían leído en las redes sociales y en la prensa marroquí. Sin embargo, afirmaron no haber recibido ninguna.

"El 95% de la gente que estaba en el avión no tenía entrada", dijo Mohammed, un aficionado marroquí a las puertas del estadio Al Janoub de Qatar, donde se disputará el partido, que esperaba con su mujer y sus tres hijos con la esperanza de recibir más información.

EXULTANTES

En Marruecos, la nación está exultante mucho antes del saque inicial. Las banderas ondean en casas y edificios en un derroche de orgullo nacional. Los escolares de la capital, Rabat, corean himnos futbolísticos.

"La victoria de Marruecos significaría mucho para los musulmanes de todo el mundo", declaró Mohamed Zulfadhli Abd Rahman, ciudadano de Brunéi que estaba comprando una camiseta de fútbol de Marruecos en Rabat.

El orgullo por el éxito de un equipo africano se ha sentido mucho más allá de las fronteras de Marruecos.

Ningún país árabe había llegado antes a cuartos de final. Ningún país africano había alcanzado una semifinal.

"Me siento muy emocionado de que Marruecos siga en la carrera por levantar la Copa Mundial. Será un privilegio para África", declaró Aureline Meli, de 24 años, asistente de dirección en Yaundé, la capital de Camerún.

Tras la victoria del sábado en cuartos de final contra Portugal, llovieron las felicitaciones de presidentes africanos y árabes, primeros ministros y leyendas del deporte.

En Rabat, las vallas publicitarias se llenaron de fotos de jugadores individuales o de todo el equipo, que se ha convertido en un reclamo para anunciantes de todo tipo, desde bancos hasta empresas de telecomunicaciones. En el casco antiguo, vendedores ambulantes llevaban brazadas de recuerdos a la venta.

Un conductor de autobús que debía conducir el miércoles 500 km desde Rabat a la ciudad de Nador dijo que ahora partiría el jueves.

"Retraso mi salida hasta mañana para poder disfrutar del partido", dijo, pidiendo que no se publicara su nombre para que su patrón no se enfadara con él.

Con información de Reuters