El defensor inglés Harry Maguire, capitán del Manchester United, fue detenido por efectivos policiales griegos en la isla de Mikonos por haber participado de una gresca con turistas británicos a la salida de un bar.
En ese contexto, Maguire, de 27 años, mantuvo una acalorada discusión con otros turistas británicos y, cuando la Policía se aproximó al lugar e intentó calmar los ánimos, reaccionó agrediendo verbal y físicamente a los efectivos, de manera que el arresto se transformó en una detención formal.
El futbolista, también integrante del Seleccionado de Inglaterra, disfrutaba de una fiesta nocturna en un bar ubicado en Mikonos sobre una calle en la que había una gran aglomeración de gente, sin portar barbijos o mascarillas para prevenir los contagios de coronavirus, según lo registraron las cámaras de seguridad del lugar y pese a que está prohibido que se reúnan más de nueve personas.
Si bien Grecia no es un país con una cifra elevada de casos de coronavirus, desde comienzos de agosto se registraron un promedio de 200 contagios diarios y por esa razón el gobierno incluyó a la isla de Mikonos como zona de alto riesgo, con medidas restrictivas adicionales que incluyen entre otras cosas la obligación de usar barbijos y los bares y restaurantes deben cerrar a la medianoche y hasta las 7 del día siguiente.
Ante esto, desde el club inglés emitieron un comunicado sin dar demasiadas precisiones: "Hemos contactado con Harry y está cooperando con las autoridades griegas. No haremos más comentarios", aseguraron.