El partido de cuartos de final de la Champions femenina entre el Barcelona y el Real Madrid, que se disputará el miércoles en el Camp Nou, va camino de establecer un récord de asistencia de público para un partido femenino.
Con las 99.354 entradas vendidas, el partido está destinado a eclipsar el récord anterior de 60.739 aficionados para un partido de clubes femeninos, establecido en 2019 en el estadio Metropolitano del Atlético de Madrid, donde las anfitrionas vencieron al Barça por 2-0 en un partido de liga.
Además, el partido del miércoles podría batir también el récord mundial de fútbol de un partido femenino en general, establecido en la final del Mundial de 1999 entre Estados Unidos y China, cuando asistieron 90.195 aficionados al Rose Bowl de Pasadena.
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"Hemos hecho un llamamiento a todos a los socios para que utilicen la entrada. Queremos batir el récord mundial en un partido de fútbol femenino", declaró el presidente del club, Joan Laporta, a la radio barcelonesa RAC1.
La capitana del Barça, Alexia Putellas, dijo en una rueda de prensa el martes que el partido puede marcar el "comienzo de una nueva era".
"Va a inspirar a muchísimas niñas que vendrán mañana aquí o que nos verán desde su televisión, puede abrir muchas puertas", añadió.
"Yo no me imaginaba jugar aquí porque solo veía hombres, que mañana vean a mujeres compitiendo aquí, en un futuro seguro que dará sus frutos".
"Muchísimas niñas soñaran con ser el día de mañana Sandra Paños, Patri guijarro o Jenni Hermoso… Será el inicio de algo muy bonito".
El Barcelona, que ganó el partido de ida de los cuartos de final por 3-1, juega normalmente en el estadio Johan Cruyff, más modesto. Tiene los niveles más altos de asistencia de público en la liga, con una media de 2.938 aficionados por partido.
Con información de Reuters