En medio de la crisis sanitaria producto del coronavirus el fútbol argentino vive una situación complicada. La incertidumbre sobre el retorno -que podría ser en septiembre u octubre- condiciona directamente a más de 2 mil futbolistas que quedarán sin salario. Incluso la medida de la cancelación de los descensos pone en en peligro su continuidad laboral.
La mayoría de las discusiones sobre cómo seguirá el fútbol no contemplan la necesidad de un grupo grande de jugadores que piden una voz oficial que les de seguridad sobre el futuro. “El problema en junio es que, con la suspensión del fútbol, los futbolistas a los que se le termine el contrato no van a poder tener la posibilidad de trabajar”, dice Manuel Brandón, futbolista de Victoriano Arenas y miembro de Futbolistx Unidxs, a El Destape. El fútbol argentino va más allá de los clubes de la Primera División. Solamente,en el recorrido que va de la A a la C -que es una categoría semiprofesional- hay más de 90 instituciones con planteles de más de 20 futbolistas. El número se multiplica cuando se le suman los equipos del interior y los planteles femeninos.
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Salario universal del Futbolista
Ante esta situación de urgencia, el colectivo Futbolistas Unidxs presentó una propuesta: la creación de un Salario Universal del Futbolista. La idea sostiene que, en conjunto entre AFA, Agremiados, clubes, Estado, sponsors y dueños derechos de la TV solventen parte de los dos mil contratos que se vencen el 30 de junio. "Sabemos que las empresas que normalmente ganan con el fútbol, nadie dice que este mal. Por eso esperamos que hagan un esfuerzo también. Seguro que los jugadores lo van a hacer”.
En el medio de esa suspensión sanitaria, la AFA tomó una polémica decisión que no fue consultada a los futbolistas y suspendió los descensos. Enmarcada en una "idea deportiva", la decisión también pone en jaque el trabajo, el sueldo y las condiciones laborales de los futbolistas. Sin la competitividad se abre un marco de flexibilización. Planteles más baratos, chicos más jóvenes jugando para darle rodaje y jugadores más grandes dejados de lado por un tema de edad, son algunas de las situaciones que hacen temer al grupo de futbolistas. “Los clubes que peleaban por no descender, ahora no se van a armar. Porque no hace falta. Los jugadores van a ser rehenes de esta situación", sostuvo Brandón.
Los jugadores de categorías más chicas tienen un salario que en la muchos casos los ayuda a complementar parte de sus ingresos. Sin embargo, existe una gran mayoría que vive del fútbol. Solo vale repasar cada previa de encuentro por Copa Argentina cuando un equipo grande enfrenta a uno de una división inferior. Ahí afloran los informes televisivos sobre los otros trabajos que hacen otros futbolistas para llegar a fin de mes. En este mismo combo, no solo está el fútbol masculino, el femenino pasa por una situación de desprotección -intensificada por la pandemia-. Si bien el propio Tapia dijo que va a seguir entregando el dinero a los clubes para que le paguen a las jugadoras, lo cierto es que la comunicación se realizó en torno a la prensa y no existe un estado de diálogo entre la AFA y las futbolistas. La incertidumbre se mantiene.
Al respecto, las chicas encontraron la forma de unificarse y, de alguna manera, empezar a tener un espacio para inforomarse-por lo menos- entre ellas, ya que desde la asociación madre del fútbol argentino la comunicación es nula y eso aumenta la incertidumbre. Sindy Ramirez es jugadora de San Lorenzo y sostiene: “Nosotras acá estamos bien, nos pagan en tiempo y forma y tenemos 23 contratos. Pero hay otros clubes en los que las chicas tienen que pelear cada mes para cobrar y hasta tienen que repartir el sueldo entre todas. Esto es para pelear de manera colectiva”.
En este contexto, se ve como los jugadores del ascenso y las futbolistas mujeres son los más desprotegidos ante la posibilidad del recorte de sueldos, la suspensión de los descensos y, por supuesto, la baja de los contratos. Esta situación se suma a los diferentes desmanejos que tienen los dirigentes para con jugadores para cobrar en tiempo y forma. Desde el pago de parcial de los contratos, hasta los constantes cambios del sueldo según resultado.
Ante este panorama, hay un grupo de jugadores y clubes que parecen intocables ante lo que pasa. La solidaridad de los futbolsitas de Primera División -en su gran mayoría- ha brillado por su ausencia y la falta de un plan que complemente a todos es uno de los problemas que se marcaron. Al respecto, Brandon sostuvo a este medio: “No miran para abajo, son contados con los dedos de una mano los que tienen solidaridad. Son los menos”.