El presidente de Barcelona, Josep Maria Bartomeu, fue acusado por la policía de Cataluña, conocida como "Los Mossos", de enriquecimiento ilícito ante el juzgado que atiende el caso de corrupción conocido por "Barçagate", en medio de las duras tratativas que mantiene por estas horas con Lionel Messi, quien pidió por alejarse de la institución.
Según informó el diario español El Mundo, los Mossos d’Esquadra llegaron a la conclusión de que existen evidencias de corrupción en el caso tras investigar las acusaciones contra el club en medios de comunicación y denuncias presentadas por terceros.
El diario indicó que la Policía catalana habría denunciado esas conclusiones en al Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que lleva el caso tras una denuncia de ocho socios del club Barcelona presentada el 14 de abril pasado, a raíz de la contratación de la empresa I3 Ventures por parte del club, dedicada al monitoreo de las redes sociales de futbolistas del plantel.
La compañía, sin embargo, según destacó la Cadena SER el 17 de febrero, habría creado cuentas en las redes que se dedicaron a ensalzar la figura del presidente Bartomeu, y a la directiva, mientras que en simultáneo ciriticaban a personas o entidades contrarias a él y a jugadores como el propio Messi y Gerard Piqué.
Y se habría dividido el pago de honorarios a esa empresa, que era de un millón de euros, en facturas de menos de 200.000, para no tener que pasar por una aprobación de la junta directiva de la institución.
Ante este escándalo conocido como "Barçagate", se contrató una auditoría, que descartó que el club hubiera ordenado la creación de las cuentas en redes sociales; y se suspendió a la compliance officer del club, Noelia Romero, que posteriormente fue despedida. Además, seis miembros de la directiva dejaron el club: Emili Roussaud, Enrique Tombas, Silvio Elías, Josep Pont, Maria Teixidor y Jordi Calsamiglia.
En julio pasado el diario La Vanguardia informó que los Mossos habían acudido al Camp Nou para recopilar información relacionada con el caso, donde solicitaron documentación sobre los contratos con I3 Ventures, el precio pagado y los controles y filtros con los que funciona el club. Ya por entonces se precisó que se habían recibido otras denuncias de particulares relacionadas con el "Barçagate".
La sospecha se agravó cuando el ex vicepresidente de la institución, Emili Rousaud, afirmó además que “alguien metió la mano en la caja”, ya que el pago reportado a la empresa de un millón de euros habría sido excesivo para las cifras que maneja el mercado.
Sobre este punto profundiza la nueva denuncia, que además apunta a sobreprecios del 600 por ciento, ocultamientos para con el órgano de control que interviene ante pagos mayores a 200 mil euros y hasta despidos ficticios.