El futbolista de la Juventus Álvaro Morata es motivo de preocupación, tanto en Italia como en su país natal, España. Sucede que el deportista madrileño bajó mucho el rendimiento en la cancha y hasta se mareó rozando el desmayo al finalizar el partido contra el Oporto la semana pasada. Ahora, parece ser que se descubrió la razón: un citomegalovirus (CMV).
Se trata de una enfermedad poco conocida, pero que es muy común. Una vez que contraes la infección, el citomegalovirus permanece en tu cuerpo de por vida y puede pasar por períodos de inactividad y luego se reactiva, como sucede con el que provoca herpes.
La mayoría de las personas no saben que lo tienen porque es raro que presente síntomas, o son muy leves, y es menos frecuente aún que cause problemas en personas sanas.
El citomegalovirus está estrechamente relacionado con los virus que causan la varicela, el herpes simple y la mononucleosis. Según explica la Clínica Mayo, quienes tienen más probabilidades de experimentar signos y de este virus son los recién nacidos que se infectaron antes de nacer, bebés que se contagian en el parto o poco después, las personas con sistemas inmunitarios debilitados o las que están infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana.
El CMV puede causar infecciones graves en personas que recibieron un trasplante de órgano, médula ósea o células madre y en quienes presentan sistemas inmunitarios debilitados, como los que están en tratamiento de quimioterapia. Por ejemplo, en alguien con sida o VIH, la infección puede afectar los pulmones, el sistema nervioso, el tracto gastrointestinal y los ojos, lo que a veces causa ceguera.
Sin embargo, la mayoría de las personas saludables que se contagian por citomegalovirosis presentan pocos signos o ninguno. Al infectarse por primera vez, algunos adultos pueden tener síntomas similares a la mononucleosis infecciosa, como los siguientes:
- Fatiga.
- Fiebre.
- Dolor de garganta.
- Dolores musculares.
El citomegalovirus se propaga de una persona a otra a través de los fluidos corporales, como la sangre, la saliva, la orina, el semen y la leche materna. Cuando el virus está activo en el cuerpo, es cuando se puede transmitir a terceros, si está inactivo no. No tiene cura, pero hay medicamentos que pueden ayudar a tratar los síntomas.
Se están probando vacunas experimentales para las mujeres en edad fértil. Estas inmunizaciones pueden ser útiles para prevenir el citomegalovirus en las madres y en los bebés, así como para reducir las posibilidades de que los hijos de mujeres infectadas desarrollen discapacidades.