El presente del Sevilla en la liga española no viene siendo el esperado y el humor del equipo se refleja en la actitud de sus protagonistas. En el empate frente al Valencia como local, correspondiente a la fecha 10°, el entrenador Jorge Sampaoli fue desaforado a gritarle el gol al banco rival y terminó en ridículo porque el tanto fue anulado.
Tras haber obtenido dos empates y una victoria desde su llegada, por el torneo local y UEFA Champions League, el equipo de Sampaoli busca salir de su irregularidad y comenzar a revertir una historia que no es la que se imaginó a principios de temporada pero que su arribo generó esperanza. Sin embargo, la actitud del santafesino en la noche de este martes en el Ramón Sánchez-Pizjuán demuestra que los ánimos están lejos de ser los deseados.
Al minuto 55, cuando los sevillanos caían ante el conjunto "Che" por culpa del uruguayo Edinson Cavani, se iba a dar una situación insólita alrededor del exentrenador del seleccionado argentino. Tras una buena jugada de Erik Lamela, Rafa Mir quedó sólo, mano a mano con el portero, y definió cruzado de derecha para poner la igualdad.
Sampaoli, muy prendido con el partido, apenas consumado el tanto salió corriendo y le gritó el gol de manera desmedida a Gennaro Gattuso, el DT del Valencia. Sin embargo, una decisión arbitral dejaría aún más en rídiculo al entrenador argentino, ya que el gol fue anulado por el árbitro principal a instancias del juez de línea. Sin poder creerlo, el exconductor del seleccionado chileno volvió caminando a su banco junto a sus colaboradores.
En la repetición de la jugada, se observa de forma clara que el delantero Mir estaba en posición fuera de juego, tras la habilitación de Lamela. Con este empate, el equipo andaluz sigue invicto desde la llegada de Sampaoli: contando la liga local y la Champions, ganó uno y empató tres. Quedó ubicado 11°, con 10 unidades en igual cantidad de partidos, cuando aún resta completarse la mayoría de los encuentros.
El gol de Erika Lamela sobre el final para Sevilla
Cuando todo parecía que el equipo de Gatusso iba a llevarse un importante triunfo de Andalucía, Lamela salvó al Sevilla de una manera impensada. A los 85, Óliver mandó un córner desde la derecha y, tras ser peinada en el primer palo, el volante argentino, que estaba sólo dentro del área, impactó con la zurda para desatar la alegría. Con este tanto, el exjugador de River Plate alcanzó su segundo festejo en la actual campaña.