Como el inicio de todas las jugadoras en las épocas donde el fútbol femenino no estaba siquiera reconocido por la FIFA, el de Silvana “la Colo” Villalobos estuvo lleno de trabas. En principio, la resistencia en la familia, la historia más escuchada, alguna vez ella quiso una pelota y le regalaron unas muñecas. En la cancha donde jugaba con sus amigos, la resistencia venía desde afuera, donde las miradas eran siempre señaladoras, ¿qué hace una nena jugando al fútbol? Lo cierto es que en la infancia de la Colo no faltó el juego en la canchita del barrio, donde sus compañeros la esperaban para jugar y divertirse. Y aquellas trabas, forjaron un camino de lucha inclaudicable.
En su etapa como jugadora, supo ser 9 y goleadora. Jugó en San Francisco del Monte, Everton, la U de Chile y Las Pumas, el club con el que ha crecido y ha escrito la historia grande del fútbol femenino mendocino. Sobre aquellos primeros pasos un poco más formales, Silvana recuerda las incontables veces que junto con sus compañeras ha peleado por poder tener un espacio: “Nosotras nos juntábamos un par de chicas que no teníamos un terreno donde jugar ni donde entrenar y solíamos, a veces, alquilar una cancha. Y cuando hablo de cancha me refiero a un terreno, de sintético existieron después, pero te hablo de una cancha que era todo tierra y, sin embargo, agarraban y te decían: “no, no, acá nosotros alquilamos solamente a los hombres”. Esas cosas fueron marcando un camino, un camino de decir: estábamos contra todo.”
Y más allá de su etapa como jugadora, la Silvana Villalobos que sigue haciendo historia es la Silvana entrenadora. En 2016 se convirtió en la primera Directora Técnica de un equipo de hombres oficial en la Argentina y Latinoamérica. El club que la eligió fue Boca de Bermejo, a quien llevó a competir hasta el Federal C y con el que logró un subcampeonato y un ascenso en la liga provincial. Luego de eso, dirigió a Leonardo Murialdo, Argentino y Rodeo del Medio. Mientras tanto su trabajo en Las Pumas de Mendoza, “el club de su vida”, nunca se detuvo, extendiendo la cantidad de jugadoras y encargándose de la primera división y las juveniles e inferiores, con niñas de hasta 5 años entrenando en el club.
En toda su historia, Las Pumas y Silvana Villalobos han crecido a la par. Su despedida del club mendocino ha sido de los más sentidos y se pudo ver en un video de su cuenta oficial el cariño que la institución y las jugadoras le guardan a la Colo. En su publicación, el club le escribió: “Sos la mamá de cientos de chicas que día a día persiguen sus sueños. Hoy llevas nuestra bandera al fútbol nacional y confiamos plenamente en vos. Abrí la puerta y demostrá lo que una Puma tiene para dar.” En sus primeros días en Buenos Aires, adaptándose a su nuevo sitio, Silvana no pudo evitar el nudo en la garganta al hablar de esto: “Es la primera vez que me voy de mi club y duele mucho, después del dolor de la muerte de mi madre este es el dolor más fuerte que siento en mi corazón. Aunque también sé que es un paso muy importante en mi carrera.”
Y como ella lo hace notar, la decisión parece haberle costado muchísimo, pero una de las influencias más grandes para dar el sí en el club de La Plata fue María Victoria Pintos, una de las reconocidas jugadoras de Selección que formó en Las Pumas y que fue futbolista de Gimnasia. A ella, Silvana la llama “mi capitana” y le agradece el empuje y las referencias para poder llegar a dirigir a las Triperas. “Mavi me dijo lo que significa Gimnasia y yo ya noté que estamos en los mismos caminos, alineados en el mismo trabajo, acá se proyectan inferiores y hay sentido de pertenencia. El club te lo da todo, llevo pocos días y veo que tengo a disposición un cuerpo técnico 24 horas, dirigentes presentes hasta en los entrenamientos, todo esto que me pongo de pie y lo aplaudo porque sé que es muy raro todavía", dijo a El Destape.
Sin dudas, para la Colo esta nueva etapa llega cargada de sentimientos y poco tiene que ver con lo económico. “La semana en la que empecé a hablar con los dirigentes me di cuenta de la seriedad y el profesionalismo y me cautivó todo eso. Yo tenía que hacer un cambio rotundo en mi vida, dejando a mi familia, dejando a mi provincia, dejando mi club y el fútbol masculino después de 11 años consecutivos, que no es fácil. Eran muchos los cambios que tenía que hacer para llegar a Gimnasia y me animé a hacerlo cuando vi lo que era este club.” En su llegada, Villalobos fue presentada en conferencia de prensa, cosa que el fútbol femenino no acostumbra a realizar, pero el club platense lo viene imponiendo partido tras partido. El evento fue realizado en la sala de conferencias del Juan Carmelo Zerillo, el estadio principal, otra cosa que no suele hacerse en la disciplina. Un acto lleno de simbolismos que emocionaron y conquistaron a la entrenadora, que recibió nada más ni nada menos que su primera camiseta con su apellido.
Más de 30 años de trayectoria tuvo que esperar esta pionera para tener una casaca con su nombre y para llegar a la máxima división del fútbol argentino. En su debut como entrenadora del Lobo, debió hacerse cargo del clásico platense, enfrentando al máximo rival de la institución, Estudiantes de La Plata. El resultado, un tanto anecdótico, fue un empate 2 a 2 en el Country Club de City Bell. Cuando fue consultada por este desafío, Silvana no titubeó: “Tengo la valija en la mano, ¿quién se va a querer perder un clásico? Es una llegada con doble ilusión por todo lo que implica llegar y por jugar este partido.”
Su primer desafío fue poder armar este partido tan difícil en tiempo récord. Lo que le sigue, es contribuir a que Gimnasia siga sumando puntos en las pocas fechas restantes de este Campeonato YPF. Y según ella, lo más importante vendrá en el parate de 2 meses (julio y agosto) por el Mundial de Australia - Nueva Zelanda, donde el fútbol local de primera división no tendrá competencia oficial y se prepara para el segundo torneo del año. En este tiempo, Silvana trabajará con su nuevo equipo para “ser protagonistas y salir campeonas”, en el torneo que tendrá 2 zonas y playoffs. Su objetivo futbolístico además del campeonato es, según ella, integrar a las juveniles y trabajar con un plantel competitivo que tenga el lugar que se merece la institución en el fútbol argentino y que esté a la altura del espacio profesional que brinda el club.