En medio de una crisis institucional y futbolística, donde hace pocas semanas Marcelo Tinelli había comunicado que renunciaba como presidente del club, el flamante Coordinador de Fútbol Profesional de San Lorenzo, Matías Caruzzo, avanzó en su principal objetivo y confirmaría al próximo entrenador del "Ciclón": se trata de Rubén Darío Insúa, quien tuvo un paso exitoso allí y ganó la Copa Sudamericana 2002. El miércoles 18 firmaría el contrato y se haría cargo del plantel que ya comezó con los entrenamientos a comienzos de semana.
"Ya hablé con siete técnicos y hoy me voy a reunir con dos entrenadores más. Está claro que es nuestra prioridad y creemos que de acá al miércoles ya estará resuelto. Queremos una persona seria, que de tranquilidad y serenidad en el día a día. No queremos apresurarnos". Ese había sido el principal y más fuerte anuncio de Caruzzo en la conferencia de prensa del lunes 16, en la que también dio detalles de su nuevo rol en la institución.
En el radar del exjugador de Argentinos Juniors había dos canditatos que corrían con más ventaja. Uno era el uruguayo ex-River Juan Ramón Carrasco, pero finalmente, el fuerte vínculo que une a Insúa con el club de Boedo, hizo que sea el elegido para hacerse cargo del equipo. El proyecto que presentó el "Gallego" y sus antecedentes en la anterior gestión, en un difícil contexto económico, haciendo debutar a un gran número de juveniles y obteniendo la Copa Sudamericana 2002, inclinaron la balanza hacia él.
El exvolante de 61 años, además, fue subcampeón de la Libertadores con Barcelona de Guayaquil en 2018 y viene de tener experiencias en otros equipos de Latinoamérica, como Binacional de Perú, Liga de Portoviejo (Ecuador) y Bolívar de Bolivia. En Boedo estará acompañado por Fabián García y el "Lute" Roberto Oste, otros dos futbolistas con pasado en San Lorenzo.
La historia de Insúa en San Lorenzo
Insua es muy querido por los fanáticos del Cuervo y es considerado un ídolo: salió de las inferiores del club y, por ejemplo, fue el autor del penal ante El Porvenir que devolvió al equipo a Primera en los 80. Tuvo pasos por Independiente y Estudiantes, y luego regresó ya como entrenador en 2002, tras la era exitosa de Manuel Pellegrini. Con un plantel el plantel diesmado por los problemas económicos de auqella época, logró armar un buen equipo con algunos refuerzos y de la mano de buenos jugadores como Leandro "Pipi" Romagnoli y Alberto "Beto" Acosta. Alcanzó el título sudamericano en la final ante Atlético Nacional de Colombia, también con jugadores que él hizo debutar, como Gonzalo Rodríguez, Damián Luna y Pablo Zabaleta.
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