Un exjugador de Boca Juniors analizó la final perdida ante River en Madrid por la Copa Libertadores del 2018. Si bien no le tocó ingresar, el futbolista estuvo dentro del plantel de Guillermo Barros Schelotto para aquel histórico partido en el que el "Millonario" gritó campeón. Con un recuerdo poco grato, el hombre que hoy se desempeña en otro equipo del fútbol argentino no se guardó nada con respecto a aquel encuentro.
Se trata del arquero boliviano Carlos Lampe, quien hoy defiende los colores del único líder de la Liga Profesional de Fútbol, Atlético Tucumán. El 1 del "Decano" dialogó con Olé, habló de su paso por el conjunto "Azul y Oro", lo que vivió en el duelo ante la "Banda" en España y su gran presente. Es que el elenco dirigido por Lucas Pusineri no afloja y el portero es una pieza fundamental para el DT. Sin embargo, no olvida su corta estadía en Boca.
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"Nos faltó un poco de suerte. Empezamos ganando y físicamente nos sentíamos bien. Pero necesitás una pizca de suerte. Quedamos con un hombre menos, pegó una pelota en el palo sobre el final. No se nos dio. Por ahí al hacer el gol primero, nos fuimos quedando y metiéndonos atrás. Y River jugó muy bien, haciéndonos correr detrás de la pelota y eso nos desgastó", aseguró Lampe con respecto a dicho cotejo.
Y agregó: "El de Boca fue un vestuario con muchas lágrimas, con mucho dolor. Muchos se imaginan un vestuario más caliente o más picante, que suele suceder. Pero este no fue el caso. El que tomó la palabra fue Carlos Tevez. Hizo hincapié en que dejamos todo dentro de la cancha y que a veces eso no te alcanza. Fernando Gago también habló. Hicimos todo para ganarlo, entrenando a tope, estando predispuestos a jugarlo y hasta empezamos ganando".
El presente de Carlos Lampe como arquero de Atlético Tucumán
Por otro lado, Carlos Lampe se refirió a lo que vive en Atlético Tucumán y en la provincia mientras su equipo lidera el campeonato: "En Tucumán no puedo ni caminar por la calle. Es impresionante como la gente te frena y te pide una foto o una firma. Son muy fanáticos, desde los más chicos hasta lo grandes. No sé si la ilusión de la gente será así siempre o lo es porque estamos en un buen momento. El fanatismo de la gente es increíble. Lo que pasa en Tucumán debe ser comparable a lo que pasa en La Plata o Rosario".
Por último, el guardameta sostuvo: "Cuando llegué, el objetivo era salvar al equipo del descenso. La gente estaba asustada y preocupada. El semestre pasado se hicieron 11 puntos en 13 fechas y hoy vamos 22 en 10. Si bien no se habló, el objetivo ahora es, quizás, meterse en una copa. Alejarnos del descenso nos hizo pensar en pelear arriba. Vamos levantando la vara pero con los pies sobre la tierra".