La caída en el Monumental fue un golpe anímico duro de digerir. Después del 1 a 0 en contra, River Plate necesita dar vuelta la página de manera urgente, pero las tormentas parecen no cesar y ahora el dolor de cabeza se traslada a lo dirigencial por la posible partida de Nicolás De La Cruz en condición de libre.
El uruguayo tiene contrato hasta diciembre de este año y los rumores sobre su deseo de cambio de aire empiezan a crecer a su alrededor, sabiendo que lleva más de cinco años en el club y que podría ser el momento ideal para dar el salto a uno de los gigantes del fútbol de Brasil.
A partir de junio próximo, el volante que jugó 70 minutos en el clásico frente a Boca tendrá la libertad de negociar con cuanto club desee para continuar su carrera en 2023 y desde Botafogo lo comprendieron a la perfección. Así, las comunicaciones informales comenzaron según el periodista especializado en mercados de pases, Ekrem Konur.
Mientras tanto, la Secretaría Técnica que encabeza Enzo Francescoli y el Presidente del club, Jorge Brito, tendrán la difícil tarea a contrarreloj para acercarle una propuesta al jugador que le permita reconsiderar su postura y así extender el vínculo por un tiempo más, así como hicieron varios de sus compañeros en los últimos tiempos.
El duro castigo al que De La Cruz se expondrá si no renueva
Con la salida de Rodolfo D’Onofrio de la presidencia, las nuevas autoridades intentan marcar su propio camino y así lo dejaron en claro en sus primeros días. A principios del año, Fabrizio Angileri y Benjamín Rollheiser fueron apartados del plantel por no llegar a un acuerdo para sus continuidades.
En caso que el charrúa no estampe la firma y decida salir al país vecino en 2023, los últimos seis meses en el Millonario podrían convertirse en un verdadero dolor de cabeza si le quitan su lugar. Así, llegaría inactivo a su nueva institución como castigo por no haberle dejado un dinero por su transferencia al club con el que supo conquistar la Copa Libertadores.