Después de la derrota por 2 a 0 en Ecuador frente a Independiente del Valle, la preocupación invadió a la dirigencia de San Lorenzo. Se supo que tras la derrota hubo inconformismo por parte de la dirigencia y, de esta manera, se evalúa lo que puede ocurrir con el director técnico, Rubén Darío Insúa.
Los últimos resultados de San Lorenzo tanto en la Copa de la Liga como en la Copa Libertadores le dejan un escaso margen al entrenador del Ciclón. Si bien es uno de los más queridos entrenadores que tuvo el Cuervo en este último tiempo, lo cierto es que los números no lo acompañan. De los últimos 39 partidos, Insúa solo ganó 12 partidos y eso es un número bajo para uno de los equipos más grandes del fútbol argentino. De hecho, otro de los golpes grandes del equipo sanlorencista tiene que ver con haber quedado eliminado en la fecha pasada cuando se quedó sin chances de clasificar a los cuartos de final del torneo.
En este sentido, más allá de los resultados, hay una serie de cosas que juegan a favor del entrenador: la primer y principal pasa por el amor que el hincha del San Lorenzo tiene para con el entrenador, ya que es una persona muy identificada con el club y fue uno de los que puso orden en una situación muy complicada de la institución. Y la otra tiene que ver con que, en su momento, con muy poco dentro de su plantel generó un equipo que le dio respuestas al Ciclón y que jugó muy bien. Por estas situaciones, el futuro de Insúa es evaluado y la decisión no fue tomada abruptamente. En los últimos tiempos, el rendimiento del equipo mermó y se espera que haya definiciones en el transcurso de la tarde. Ya sea por la salida del entrenador o por la continuidad.
El mensaje de Insúa en San Lorenzo
Minutos después de la derrota en Quito, Insúa reconoció que el resultado los obliga a cambiar el rendimiento para poder clasificar a la siguiente fase de la Libertadores: "Se jugó la segunda fecha y tenemos que volver a jugar en Uruguay con Liverpool. Pero quedan cuatro fechas para tratar de alcanzar el objetivo de pasar a octavos".
Sobre el análisis del partido, el DT no ocultó las diferencias que se vieron en el juego pero reconoció el cansancio de sus futbolistas: "Tenía claro apenas terminó el partido que enfrentamos un gran rival y que a nosotros nos costó mucho el ritmo del partido. Con los 11 jugadores que arrancamos había 10 que nunca habían jugado en una ciudad con altura y lo sentimos".
Para finalizar, Rubén cerró sobre el duro rival que enfrentó: "Esencialmente tuvimos enfrente un gran equipo, hace mucho tiempo tienen un buen funcionamiento colectivo. Independiente supo aprovechar la localía, pero estos son partidos de ida y vuelta y tendremos que hacernos fuertes en Buenos Aires".