Lucas González: sueños de futbolista de Florencio Varela a Barracas

La historia del joven asesinado por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que soñaba con llegar a primera como su club Barracas Central

18 de noviembre, 2021 | 22.03

El asesinato del  jugador de Barracas Central Lucas González de 17 años que fue baleado por la policía conmociona al país. Otro caso de gatillo fácil que se lleva una vida joven cargada de sueños. El chico se crió y vivía en el Barrio San Eduardo de Florencio Varela, ahí dio sus primeros pasos con una pelota en los pies. Arrancó en Racing a los seis años, después pasó al club de la zona Defensa y Justicia y hacía un año era el 10 de la Sexta División de Barracas.

Para ir de Varela hasta Barracas, Lucas tenía que tomar un colectivo que lo arrime hasta la avenida Calchaquí en Quilmes y de ahí el 98 o el 148 lo dejaba cerca de la cancha del equipo del sur de la Capital Federal. Pero ayer Lucas fue en auto.  Acompañado de cuatro amigos del barrio que se fueron a probar soñando ser como él, futbolista. Al finalizar el entrenamiento se subieron al auto para volver al sur del conurbano bonaerense, pararon en un kiosco a comprar un jugo para calmar la sed que les dejó la práctica. Iban escuchando música cuando a las dos cuadras se les cruzó un auto de donde bajaron policías de civil, "quienes sin mediar palabras empezaron una ráfaga de balas; dos de los tiros dieron en la cabeza de mi hijo. Quisieron instalar que Lucas tenía un arma, pero lo único que tenía mi nene eran los botines y las canilleras", contó su papá Mario en una carta publicada en La Garganta Poderosa. 

"Uno de los padres de los chicos nos contó que ellos pensaron que los iban a asaltar, aceleraron y en ese trayecto le dispararon a mi hijo”, contó la mamá Cintia López en Radio Con Vos. El hecho ocurrió en el cruce de las avenidas Vélez Sarsfield e Iriarte a plena luz del día. "Esto pasa porque es un pibito que le gusta andar bien vestido, usar viserita y zapatillas, porque estamos marginados, porque somos humildes y piensan que somos basura, que somos una mierda", despotricó Mario González contra la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.

Ayer Lucas volvió a Varela pero no a su Barrio San Eduardo sino al Hospital El Cruce en la avenida Calchaquí donde pasan los colectivos rumbo a Barracas. Sus amigos y familiares se juntaron a darle fuerzas. "Vuelve de entrenar, come y duerme la siesta. Se había anotado a la noche para terminar la secundaria, así podía seguir jugando, porque su único sueño era triunfar en el fútbol. Quiero agradecer a toda la gente que se solidarizó desde el primer momento", completó en la carta su papá.

Lucas González era una de las promesas de Barracas Central, lucía la 10 del club con el mismo orgullo con el que se paseaba con la 30 del París Saint Germain de su ídolo Lionel Messi. Cuando se enteró que en el club estaban buscando chicos no se guardó esa información, la difundió entre sus amigos del barrio como dando un pase dentro de la cancha.

La Sexta División en la que jugaba Lucas ya había terminado su participación en el Torneo Bimestral del fútbol juvenil perdiendo el clásico contra San Telmo a principios de noviembre. El club presidido por Matías Tapia el hijo del presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, el lunes se juega el ascenso a Primera División en cancha de Banfield contra Tigre. Todas sus categorías juveniles también darían el paso a la máxima categoría, por eso las pruebas para mejorar sus categorías formativas. En las vísperas de un día histórico como sería volver a Primera después de 87 años decretó tres días de duelo sin actividades sociales y deportivas y sacó un comunicado para despedir a una de las promesas del club.  "Con infinita tristeza hoy despedimos a Lucas. El club adhiere al dolor y la impotencia ante lo sucedido. Nuestras condolencias a los familiares, amigos, compañeros de Lucas y pedimos JUSTICIA", expresó la institución.

 

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