Una vez más, la violencia estuvo presente en una cancha del fútbol argentino, aunque ésta vez en el femenino. Es que el fin de semana, durante el encuentro disputado entre Arenas FC y Palermo, en el marco de la fecha 14 del Torneo Marita Correa de la Liga Paranaense de Entre Ríos, Florencia Botto, árbitra del duelo, fue brutalmente agredida.
El encuentro se desarrollaba con total normalidad hasta que, en la mitad del mismo, una decisión arbitral terminó con agresiones por parte de algunas de las jugadoras de Palermo, que la agarraron de los pelos y le pegaron patadas en la cabeza mientras ella se encontraba tendida en el suelo. Por esto, terminó con el ojo muy comprometido y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.
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“Me agarraron de los pelos y luego recibí dos patadas. Les pedía que me soltarán pero fue en vano. Estoy triste y dolida por todo lo ocurrido. Lo recuerdo y lloro. No es forma de terminar un partido”, afirmó la joven al medio de comunicación Diario Uno.
Por estos graves hechos, el partido quedó suspendido. Inmediatamente, la colegiada fue atendida luego de emitir sus declaraciones en la comisaria por parte de los médicos de la Policía de Entre Ríos, que constataron las lesiones. En el mismo lugar terminaron también las futbolistas agresoras, aunque no siendo revisadas, sino quedando detenidas.
“Es la primera vez que ocurre una situación así en el femenino, estamos muy triste por lo ocurrido en cancha de Ministerio”, sostuvo el veedor de la Liga Paranaense de Fútbol, Rodolfo Emery, quién estaba en cancha acompañando a Arenas FC, que hacían de local en este choque.
El apoyo que recibió Florencia Botto luego de la agresión sufrida
Tras todo lo sucedido, Florencia recibió mensajes de aliento de todas partes, desde colegas hasta hinchas tanto de los dos equipos a los que dirigía como de otras entidades. “El celular no paró de sonar luego de dar a conocer las fotos de las agresiones. Estoy agradecida por cada mensaje y vamos a seguir por el mismo camino para radicar la violencia. Esto es una lucha de todos para decirle no a las agresiones que manchan el fútbol”, manifestó.
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Para cerrar, agradeció al presidente del Colegio de Árbitros de la Liga Profesional de Fútbol, Francisco Aguilera, que la acompañó en todo momento. “Somos luchadores del fútbol femenino y lo que pasó el domingo fue un momento muy triste para la disciplina”, concluyó la joven árbitra, que este año había conseguido su ansiado debut en la Primera División de la Liga Paranaense y, ahora, debe lidiar con las consecuencias de este hecho de violencia.