En un partido que parecía complicado, Alan Varela abrió el marcador para Boca Juniors que, después de varios intentos y tras dominar el partido no podía abrir el resultado. El mediocampista le dio el primer gol al conjunto que dirige Sebastián Battaglia y estalló en lágrimas por el tanto que le da la clasificación al equipo para los octavos de final. Es el primer gol que mete en 47 partidos.
El mediocampista que comparte zona con Guillermo "Pol" Fernández, fue el autor del tanto que le dio el festejo -y respiro- a Sebastián Battaglia. El entrenador paró para este partido a su goleador Darío "Pipa" Benedetto, al recuperado Eduardo "Toto" Salvio y a Zeballos, menos veloz que Villa pero con mucho más desequilibrio en el mano a mano, a lo que se suma una pegada respetable. Su rival, Deportivo Cali, que con un empate pasaba a octavos de final, es la contracara, llegó a la Bombonera con una semana de descanso, debido a que su última presentación fue el triunfo sobre Always Ready, al que goleó 3-0 la semana pasada.
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Hace un par de semanas, cuando se ganó el derecho a ser titular frente a Racing, el mismo jugador también había mostrado sus lágrimas. En aquel momento, aseguró que "nunca" se sintieron superados por Racing, al que le ganaron hoy por penales 6 a 5, luego de empatar sin goles, para pasar a la final de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol.
"En ningún momentos nos sentimos superados, ninguno de los dos sacó ventaja. Boca tiene mucha jerarquía, jugadores de mucho nombre”, dijo Varela, encargado de patear el último penal. Y agregó, emocionado y con la voz quebrada: “Fue un partido muy trabado, con muchos pelotazos. Estamos en la final porque somos Boca y es lo más grande del mundo”.