Julio César Falcioni condujo la primera práctica de Independiente tras la oficialización, cerca del mediodía, y será el reemplazo de Eduardo Domínguez tras lo que fueron los interinatos de Claudio Graf y Jota Jota Serrizuela. De esta forma, el "Emperador" encontró a sus nuevos dirigidos.
La principal duda para Falcioni es apostar por Sebastián Sosa o Milton Álvarez en el arco para el clásico del domingo a las 17.30 frente a River Plate, por la duodécima fecha de la Liga Profesional de Fútbol. Sobre esta situación, Álvarez tuvo una gran actuación en la goleada del Rojo frente a Colón y, de esta forma, se posiciona como para ser titular. Falcioni, de 66 años, llegó a las 11 de la mañana al predio de Villa Domínico y apenas frenó un minuto para saludar a un hincha que esperaba en la puerta. Se lo vio contento, con un clásico suyo: el cigarrillo en la mano, y una camioneta blanca que el mismo condujo en soledad.
Minutos más tarde arribaron al mismo sitio, bajo un silencio total, el presidente, Hugo Moyano, y el secretario general, Héctor "Yoyo" Maldonado. La primera etapa de Falcioni como DT "rojo" fue entre 2005 y 2006 cuando asentó a Sergio "Kun" Agüero en el primer equipo y formó una dupla ofensiva importante con Nicolás Frutos, al que vendieron en medio del torneo Apertura 2005.
En ese momento, el centrodelantero estaba al tope de los goleadores con nueve tantos y el equipo marchaba cuarto, a cinco puntos del futuro campeón Boca. Posteriormente, en 2021 llegó al club, con esta misma dirigencia que no le renovó siete meses atrás, e hizo una campaña positiva con clasificación a la Copa Sudamericana y la promoción de jugadores como Alan Velasco, Alan Franco y Jonathan Menéndez, todos vendidos. Además, también lo dejaron sin el delantero Sebastián Palacios, una pieza clave.
A pesar de las bajas, Independiente concretó una campaña de 58 puntos, que contrasta claramente con la actualidad en la que tiene 27 unidades (quedan 48). Por lo que el principal objetivo será ordenar al equipo y conseguir una sumatoria para no sufrir a futuro en los promedios y al mismo tiempo soñar aún con el ingreso a alguna copa internacional.
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