Un futbolista argentino nacionalizado chileno que jugó con Juan Román Riquelme salió de la cárcel tras cinco años y convirtió un gol tras 2548 días. El hombre que compartió plantel con el actual vicepresidente de Boca Juniors fue condenado por participar junto a su padre en el homicidio del joven Joan Villegas, por lo que recibió 9 años y medio de pena. Sin embargo, recibió la libertad condicional, se calzó nuevamente los botines e infló la red jugando en en el exterior.
Se trata de Luciano Cabral, quien se desempeñó en Argentinos Juniors hasta 2015 y un año antes fue partícipe del ascenso a Primera División junto al ídolo del "Xeneize". Su nivel también le valió un lugar en el Sudamericano Sub 20 de 2015 disputado en Uruguay donde, con los colores de la Selección, marcó dos goles. En 2017 su vida cambió por completo tras ser acusado y recién en 2022 tuvo una oportunidad en Coquimbo Unido del país trasandino.
El pasado sábado 28 de enero en el duelo ante Palestino por el torneo local, y con sólo 28 minutos en el reloj, Cabral abrió la cuenta y el encuentro finalmente terminó 1 a 1 porque el rival llegó a la igualdad en el segundo tiempo. De esta manera, el jugador cumplió su objetivo de regresar, el cual expresó en varias ocasiones. En diálogo con el sitio Pasta de Campeón a mediados del 2022, Cabral sostuvo: "Uno de mis sueños es volver a jugar a la pelota en Chile y ganarme un lugar en la selección mayor y llevarla a un Mundial".
Además, el jugador agregó: "Me arrepiento de haber estado ahí. De lo poco o mucho que hice en esa situación, me arrepiento con todo mi corazón. Por el resultado, por cómo terminó y por todo lo que perdí". El fútbol le dio una oportunidad más en su vida y el mediocampista no sólo la aprovechó, sino que además anotó un tanto para su equipo.
La carrera de Luciano Cabral
A nivel nacional, debutó en la CAI (Comisión de Actividades Infantiles) y jugó sólo dos partidos. Cabral pasó por Argentinos Juniors y marcó 4 goles en 57 partidos. En el medio tuvo un breve paso por el Atletico Paranaense de Brasil en donde disputó seis encuentros y no convirtió. Luego de su regreso al deporte, el volante infló la red en una oportunidad en su segundo cotejo tras la vuelta con la camiseta de Coquimbo Unido. Su último grito en el campo de juego se remonta a febrero del 2016, cuando le hizo un gol a Tigre por el torneo local.