El partido entre River y Boca terminó en escándalo. Miguel Borja convirtió el penal que puso el 1 a 0 sobre el final del partido y se desató entre los dos planteles.
De acuerdo a las imágenes de la trasmisión, todo se habría desatado por un gesto de Agustín Palavecino que enojó a Sergio Romero. De inmediato se inició una trifulca de la que participaron casi todos los jugadores.
La jugada más polémica de la noche y que rompió el partido con la infracción del ingresado Agustín Sandez por Barco a Solari. Herrera cobró convencido y el VAR no lo llamó. Borja tomó la pelota y la puso junto al palo derecho, abajo, cuando Romero eligió el otro lado, e hizo explotar el estadio con el grito de gol.
River no pudo ni festejarlo porque en segundos se produjo un cruce bochornoso entre los jugadores, los que estaban adentro y los de afuera, que motivó el ingreso de la seguridad privada. El partido se reanudó, luego de varios minutos de confusión, y River pudo haber aumentado la ventaja, pero Borja no llegó al centro de Enzo Díaz.
En el final, River, que se sacó de encima la humillante goleada ante Fluminense por 5 a 1 de entresemana por Libertadores, festejó de cara a su gente y los de Boca, masticando bronca, buscaron explicaciones en la terna arbitral.
La patada de Enzo Díaz
Después de un primer tiempo en el que hubo muchos amonestados, entre los cuales estuvieron Leandro González Pirez, Enzo Díaz y Rodrigo Aliendro para River y Pol Fernández para Boca, en el arranque del segundo tiempo hubo una llamativa jugada en la que el árbitro, Darío Herrera pareció haberle "salvado" la vida al lateral izquierdo del conjunto local.
Antes de los diez minutos del segundo tiempo, hubo una jugada por el sector izquierdo de la defensa del conjunto millonario que hizo estallar a todos los entrenadores del conjunto xeneize. Enzo Díaz usó gran parte de su fuerza y apuntó al jugador de Boca, cuando ya estaba amonestado, y que podría haber sido tranquilamente una jugada para la segunda sanción.