El presidente Javier Milei continúa dispuesto a todo para implementar las Sociedades Anónimas Deportivas en el fútbol argentino. Pese al revés de la Justicia contra la implementación de las SAD a través del DNU y del aviso de FIFA para instrumentalizarlas, ahora el gobierno ancional se reunió con Ricardo Caruso Lombardi, entrenador que fue echado hace algunas semanas de un club gerenciado de Uruguay por insultos xenófobos y que apoya los inversores privados.
"Me reuní con Caruso Lombardi @LombaCaruso, quien me agradeció la invitación para aportar su experiencia y sus puntos de vista sobre la actualidad del fútbol. Aceptó el desafío ajedrecístico, siempre pensando en la próxima jugada...", publicó en su cuenta de X el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, junto a una imagen con el DT.
Aunque el otrora peronista y actual libertario no dio detalles del encuentro, sabido es que Scioli es uno de los encargados de instalar las Sociedades Anónimas Deportivas en la agenda nacional. Inlucso es uno de los funcionarios del gobierno que mantiene contactos con empresarios extranjeros, aquellos con deseos de explotar los infinitos negocios del fútbol.
La elección de Caruso Lombardi no es casual. El exenrtenador de Argentinos Juniors, Newell's Old Boys y Racing, entre otros, mantiene una fuerte disputa con el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudo "Chiqui" Tapia", a quien acusó en varias oportundiades de ser el culpable de que no haya vuelto a dirigir en el fútbol argentino.
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En julio pasado, Caruso había dejado en claro su postura sobre el desembarco de empresarios a los clubes argentinos: "¿Sociedades Anónimas Deportivas en el fútbol argentino? Recontra sí. No sé si quedó claro. Si quieren lo repito. Lo que no quiere la AFA es perder el control sobre los clubes. ¿Por qué les prohíbe a todos hablar? ¿Por qué muchos presidentes dicen: ‘no las queremos, porque el socio…’. Todo mentira. Lo hacen para justificar su postura, porque los están apretando desde adentro".
Lo cierto es que su última experiencia profesional, la priemra fuera del país, no fue la esperada. En Miramar Misiones, club de Uruguay que está gerenciado, lo contrató a comienzos del 2024 pero todo terminó en escándalo tras un mes y medio al frente del equipo: luego de agredir a un árbitro con insultos racistas, Caruso Lombardi debió abandonar su cargo con una sola victoria en seis partidos.