El ascenso argentino tiene una incontable cantidad de hechos que marcaron un antes y un después para cada uno de los simpatizantes que siguen a su equipo con pasión. Es el caso de Chacarita Juniors, que como la gran mayoría de los clubes tiene también el llamado "Día del hincha" en el que celebran que ese fanatismo sea una parte fundamental e infaltable de sus vidas. El sólo motivo de ir a la cancha es sinónimo de familia, de unión y de amor hacia esa camiseta con la que crecieron, sufrieron y vivieron momentos de alegría plena por un triunfo, así sea en un amistoso. De eso se trata el fútbol y este martes 26 de marzo se cumplen 30 años de la jornada que cambió la historia del "Funebrero" y de sus fervientes seguidores.
El origen, como no podía ser de otra manera, tiene que ver con la redonda y se dio en el partido de General San Martín, más precisamente en el antiguo estadio de "Chaca" ubicado en la localidad de Villa Maipú. Sin embargo, esta fecha que tantos recuerdan por lo que pasó no tiene que ver con la reinauguración del mismo que tuvo lugar en 2011 luego de las remodelaciones que llevaron 6 años. Sí con la eterna compañera, la camiseta, que los futbolistas transpiraron en un cruce contra Almagro por la fecha n°11 del Clausura de la Primera B Metropolitana. Claro que, la casaca no fue la habitual ya que tuvieron que usar la de los propios hinchas por una coincidencia insólita con el "Tricolor" de José Ingenieros.
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Tanto Chacarita como su rival arribaron al escenario en cuestión para disputar este encuentro con la ilusión de llevarse los tres puntos, pero también con su ropa alternativa como única vestimenta para salir a jugar. Casualmente coincidieron y para Gustavo de Genaro -el árbitro del cotejo- no había manera alguna de que jueguen porque tenían el mismo color -blanco- y eran visualmente muy similares, lo que sin dudas hubiese sido un gran problema para cuando la pelota comience a rodar en el campo de juego. Para colmo, si no solucionaban este problema los dos equipos perderían los puntos y la chance de quedarse con la Copa Penalty -organizada por la marca porque ambos la utilizaban-. Ahí es donde los fanáticos dijeron presente y el resto de la historia la contaron algunos de ellos en diálogo con El Destape.
"Nos pidieron la camiseta por los parlantes de la cancha y me acuerdo que tiré la mía, no me importó nada porque queríamos ganar", contó Gustavo de San Martín y dejó en claro que la pasión lo acompañó en ese instante al igual que el sueño de ver a su equipo ganar en un día histórico. Eso sucedió porque "Chaca" finalmente se impuso 3 a 2 en un verdadero partidazo. Por supuesto, la idea fue jugar con las casacas titulares que arrojaban los simpatizantes, pero se dieron cuenta en ese instante que muchas coincidían en los números.
Al haber tantas similitudes quienes entraron en el juego fueron los utileros de la institución, que tuvieron que diseñar sobre la marcha un uno, un dos o un tres con cintas para completar los dorsales de cada uno de los convocados por el entonces DT, Juan Manuel Guerra. Lo lograron y el cotejo se desarrolló con total normalidad, pero la victoria con los goles de Mario Gómez, Manuel Nicastro y Sergio Lara -doblete de Carlos Yaqué para el visitante- se convirtió en una de las más especiales para el hincha que estuvieron el 26 de marzo de 1994. Cabe destacar que había una cábala de por medio que se rompió, ya que el dueño de casa jugaría con la indumentaria blanca porque la utilizaron durante varios partidos antes y no perdieron. En el verde césped no sólo que ganaron, sino que meses después lograrían el ascenso a la Primera B Nacional haciendo una campaña memorable.
El recuerdo de la jornada histórica y el significado de Chacarita para el hincha
Leonardo, que vivió ese momento y hoy disfruta de su vida lejos de San Martín, también contó las sensaciones de aquella tarde que quedó para la historia: "En ese momento fue un partido más, después con el paso del tiempo quedó en la historia, pero pasaron unas cuantas, como en el 81 cuando nos fuimos a la C y volvimos pasó algo similar. Pero en ese momento pasó desapercibido". A su vez, Leo le transmitió esa pasión que lo unió desde chico al club de sus amores a sus propios hijos, que hoy asisten a la cancha cada vez que "Chaca" juega de local.
Por último, Leo dejó un comentario con el que seguro muchos hinchas coinciden, ya que los une la misma pasión. Ante la pregunta sobre qué significa Chacarita Juniors para él, no dejó dudas y respondió: "Después de los hijos... no sé, es como un familiar más, no hay explicación para lo que es".