Después del incidente de la madrugada en el que el jugador de Boca Juniors Eduardo "Toto" Salvio arrastró con el auto a su expareja, el rol de los clubes en casos de violencia de género volvió a ponerse en tela de juicio. La activación de protocolos, de respuestas rápidas y, sobre todo, de contención hacia la víctima son algunas de las acciones a desarrollar ante situaciones de este estilo. Según un relevamiento del INADI, las falencias se mantienen en las instituciones deportivas.
Si bien en los últimos años hubo una aparición de los departamentos de género dentro de los clubes, lo cierto es que todavía existe una desigualdad marcada que va más allá del fútbol en si. Se manifiesta en diferentes deportes. En un relevamiento del INADI que se presentó esta última semana, una de las cifras más sorprendentes sostiene que solo el 19% de los clubes tiene protocolo en caso de violencia de género, el 23% lo esta elaborando, y el 58% no tiene.
"Desde hace tres años, vimos a muchos clubes abrir áreas o comisiones de genero. No solo los que están en el registro o clubes grandes, sino que también clubes de barrio. Hay interés en fortalecer esas áreas, aunque en muchos casos no integran las comisiones directivas", contó a El Destape Karina Iummato, Coordinadora de los Observatorios del INADI.
Uno de los que en el último tiempo empezó a trabajar fue la institución xeneize a raíz de la larga lista de jugadores implicados en este tipo de situaciones violentas: Edwin Cardona -actualmente jugador de Racing-, Wilmar Barrios, Junior Benítez, Cristian Pavón y Agustín Rossi. El caso más resonante, sin embargo, sigue siendo el del delantero Sebastián Villa, quien a pesar de estar en juicio oral por lesiones contra su ex pareja, sigue vistiendo los colores del equipo.
En la actualidad, después de esas denuncias, Boca Juniors implementó sobre el final de 2021 un nuevo protocolo en caso de violencia de género que, por ejemplo, sostiene que puede haber expulsión o amonestación contra miembros de su equipo en caso de "violencia contra las mujeres en el espacio público: aquella ejercida contra las mujeres por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual, que afecten o dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia y/o generen un ambiente hostil u ofensivo".
Pero las situaciones de violencia de género no ocurren solo en el club xeneize. Las denuncias se multiplican en diversas instituciones y entre muchos jugadores.
Diego García, actual jugador de Patronato, está acusado de violación y espera la resolución de la Justicia. También Johan Carbonero, futbolista de Gimnasia, está en una situación similar. Más allá de esos casos extremos, lo cierto es que desde -otros- clubes no autoperciben tener problemas. En el mismo informe, el INADI sostiene que solo 9% de los clubes afirman haber tenido casos de violencia de género, mientras que el 91% sostiene no haber tenido problemas.
En este punto, el trabajo de las comisiones que ya están establecidos en los clubes tienen algunas trabas. Los números reflejan que el 28% de los clubes recibió talleres de formación en género para entrenadores y dirigentes. Sin embargo, la diferencia es sustancial cuando se habla de deportistas: solo el 17% hizo este tipo de cursos, mientras que el 62% no participó de ningún taller. Como situación repetida, Iummato sostiene que "hay dificultades e inequidades en el acceso de las mujeres en el deporte en general. En el salario, en el uso de las canchas y del equipamiento".
No obstante, la situación en los clubes se mantiene en auge. El dato esperanzador que revela Iummato es que si hubieran hecho "este relevamiento hace 10 años, las cifras hubieran sido muy distinta". Y añadió: "Creemos que el movimiento de feminista de mujeres y diversidades llegó hace un año producto de las mujeres en los clubes y las deportistas. Pero todavía es algo incipiente".