El mercado de pases llegó a su fin el 31 de enero pero algunos equipos anotaron jugadores por los que podían seguir negociando. Silencioso e imperceptible, casi como cuando jugaba y aparecía a hacer su magia en el campo de juego, Juan Román Riquelme esperó. Y después de 18 días, Boca Juniors hizo un movimiento fugaz para cerrar a un refuerzo de verdadera jerarquía pensando en los grandes objetivos del año.
Óscar Romero se transformó en nuevo futbolista del club de la Ribera y llevará la 11 en la espalda, que Eduardo "Toto" Salvio dejó atrás a principios del 2022. Tras varios idas y vueltas del Consejo de Fútbol negociando por su hermano Ángel, que finalmente optó por seguir su carrera en el Cruz Azul de México, llegó la sorpresa y, tal vez, el nombre más esperado. No por lo que signifique el paraguayo como futbolista -con niveles destacados en los equipos donde jugó-, sino por la necesidad de un armador de juego.
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"Tengo mucha ilusión con mi llegada a Boca, es una linda responsabilidad y espero hacer las cosas bien. Boca seduce, nos jugamos cosas importantes, es un desafío", lanzó el enganche paraguayo desde el aeropuerto en Asunción, antes de viajar hacia al país. Y señaló: "Román se comunicó conmigo, se portó muy bien y el trato fue muy bueno". Por la mañana del viernes, arribó a la Argentina para hacerse la revisión y firmó su vínculo por dos años.
La presentación de Romero en Boca
Por la tarde del viernes, Óscar Romero fue presentado oficialmente como jugador de Boca Juniors. Acompañado por el presidente, Jorge Amor Ameal y el integrante del Consejo de Fútbol, Raúl Cascini, manifestó: "Estoy muy contento, uno es consciente que está llegando a un club muy grande. Es un orgullo y un privilegio. Esperemos estar a la altura de lo que es Boca, viniendo acá tengo esa linda responsabilidad de dar lo mejor".
A lo largo de la conferencia de prensa remarcó la importancia de "hacer las cosas bien" y darle "muchas alegrías a la gente". En esa línea, el paraguayo sostuvo: "Voy a dar el 100% por Boca, van a tener toda la entrega y todas las ganas de poder hacer bien las cosas". Mientras que aprovechó a recordar su pasado en la institución: "Tuvimos la oportunidad de venir (con Ángel) en el 2007, justamente cuando Boca salió campeón de la Libertadores. Estuvimos en Casa Amarilla viviendo un tiempo largo, en ese momento no se dio quedarnos. Hoy se me da a mí, la posibilidad de volver, un poco de grande... No perdí la esperanza de regresar y entrar a La Bombonera".
Ante la consulta, Óscar no dudó: "Mi ídolo de chiquito es Román. Lo observé siempre. Cuando vine, en 2007, estaba en Casa Amarilla y lo veía entrenar. Siempre fue un espejo para mí, quise ser como él". Y señaló sobre la negociación por su pase: "Fue muy rápido como se dio. Tuve, entre negociaciones, una llamada de Román que cambió todo. El trato, el desafío. Recibir esa llamada fue un privilegio y un orgullo".
Para cerrar, antes de recibir su camiseta con la nro. 11 en la espalda, el flamante refuerzo del Xeneize se refirió a la máxima obsesión de los hinchas. "La Copa Libertadores fue uno de los motivos para estar sentado acá, jugarla con Boca y saber que el club tiene desafíos muy importantes este año. Tenemos que estar predispuestos a conseguirla, así que vamos por eso", sentenció firmemente.
¿Es el refuerzo ideal que necesitaba el Boca de Battaglia?
El futbolista paraguayo, figura en su seleccionado donde es dirigido por el exBoca Guillermo Barros Schelotto, nació el 4 de julio de 1992 en Asunción. Debutó en Cerro Porteño (2011-2014) y tuvo diferentes pasos por Racing (2015-2017), Deportivo Alavés (2017-2018), Shanghái Shenhua (2018-2019) y San Lorenzo (2019-2021). En total, a nivel clubes, disputó 192 partidos, marcó 29 goles y dio 35 asistencias.
Si bien su posición principal es la de volante ofensivo -donde más convirtió y asistió a sus compañeros-, también se lo vio como extremo o interior derecho, extremo o interno izquierdo, delantero centro y mediapunta. Su capacidad para moverse por distintas zonas del campo de juego fue, sin lugar a dudas, uno de los principales factores por los que se inclinó el máximo ídolo y actual vicepresidente para hacer el movimiento por su pase.
"A lo largo de mi carrera he jugado en varias posiciones dentro del campo. En mis comienzos fui volante por izquierda; en Racing de enlace o por derecha, también de interior. Uno tiene que adaptarse a cualquier sistema y posición. Estoy predispuesto a eso", manifestó en la conferencia de presentación. Más allá de tener preferencias, Óscar demostró que jugará donde el DT de Boca decida.
No quedan dudas que Óscar Romero es uno de los refuerzos con más jerarquía que gana el fútbol argentino en el actual mercado. Tal vez su última imagen es negativa, por los problemas extrafutbolísticos que lo atravesaron durante su tiempo en San Lorenzo; pero, sin la presencia de su hermano y en un club repleto de referentes (Carlos Izquierdoz, Marcos Rojo, Darío Benedetto, Diego González), será cuestión de mantenerlo en el buen camino para que llegue a su mejor nivel.
Sus dos pasos por el fútbol argentino fueron positivos, el de Racing con mayor presencia en el equipo titular y en el "Ciclón", ingresando desde el banco y cumpliendo con creces. En el conjunto de Avellaneda se desempeñó entre 2015 y 2017: jugó más de 4 mil minutos, convirtió 10 goles y dio 12 asistencias en 65 partidos disputados. Marcó de penal, con pierna izquierda y derecha, desde lejos y hasta de cabeza, mostrando una importante cantidad de herramientas a la hora de quedar frente al arco rival.
Los goles de Óscar Romero en Racing
En San Lorenzo, si bien su paso fue más irregular, cada vez que le tocó ingresar, cumplió y también dejo números interesantes. En 55 partidos jugados y más de 3 mil minutos en cancha, marcó 10 tantos y asistió en 9 ocasiones. En ambos pasos, Óscar se desempeñó mayoritariamente como volante ofensivo y en muchas oportunidades, como volante o extremo derecho.
Los goles de Óscar Romero en San Lorenzo
¿Qué gana Boca con el nuevo refuerzo? Para empezar, es importante destacar la polifuncionalidad del futbolista paraguayo y luego, señalar el amplio repertorio para definir: muchos tiros desde afuera del área, gran pegada para los tiros libres y visión para el armado del juego. Estos tres últimos puntos son, hace ya tiempo, un problema para el equipo dirigido por Sebastián Battaglia que, por momentos, se parte a la mitad y no logra conectar las líneas para hilvanar pases y, finalmente, ser el gran protagonista.
Con los refuerzos de lujo, ¿cómo puede formar Boca?
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Volver al histórico 4-3-1-2, que tantas alegrías le dio al club.
Rossi; Advíncula, Izquierdoz, Rojo, Fabra; Pol Fernández, Campuzano, Ramírez o Almendra; Óscar Romero; Benedetto y Villa.
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Pasar a un 4-2-3-1, con un doble cinco y un solo delantero.
Rossi; Advíncula, Izquierdoz, Rojo, Fabra; Pol Fernández y Campuzano; Salvio, Óscar Romero, Villa; Benedetto.
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En la Copa Libertadores con Izquierdoz, Rojo, "Pulpo" González, Pavón, Villa y García suspendidos.
Rossi; Advíncula, Figal, Ávila, Fabra; Pol Fernández, Campuzano, Ramírez; Óscar; Benedetto y Zeballos o Salvio o Vázquez.