Balearon la casa de los padres de un jugador de Unión al oeste de Rosario

Cinco disparos impactaron frente a la vivienda. Los integrantes de la familia denunciaron extorsiones luego de que los autores fueran detenidos tras una larga persecución.

23 de marzo, 2023 | 13.15

En la noche de este miércoles, dos personas balearon la casa de la familia del jugador de Unión de Santa Fe Imanol Machuca en Roldán, ciudad ubicada al oeste de Rosario. Afortunadamente, no había nadie en el domicilio al momento del hecho y la policía detuvo a los autores minutos después tras una larga persecución. 

A dos semanas del desembarco de más efectivos federales a Rosario, la violencia no se detiene. A las 22.10, vecinos del barrio El Charquito, departamento de San Lorenzo, escucharon las detonaciones de cinco disparos que impactaron contra una casa ubicada en San Luis 1230, lugar donde viven los padres del futbolista de Unión. Apenas ocurrió el ataque, la subsecretaría de Seguridad del municipio, alertada por el hecho, persiguió al auto Renault Megane gris que disparó contra la vivienda. 

El barrio El Charquito donde ocurrió el hecho, en la ciudad de Roldán.

Los agentes de la subsecretaría, mientras perseguían a los atacantes, iban informando al 911 por dónde se desplazaba el vehículo. Luego de escabullirse por calles internas de Roldán, pasada la medianoche efectivos de la policía lo interceptó en el momento que circulaba por Ruta 9 y detuvieron en el mismo a un hombre y una mujer acompañados de un menor.

El vehículo en el que se trasladaban los autores de los tiros a la vivienda de Machuca.

Según el medio Uno de Santa Fe, la familia que sufrió el ataque reveló que venían siendo extorsionados por personas desconocidas que pedían dinero, una propiedad y un auto desde hacía algunos días. Aparentemente, ninguno de los integrantes de la familia de Machuca esperaba que las amenazas se transformaran en algo real. 

Tras ser apresados, la policía requisó el automóvil con presencia de testigos y hallaron debajo del asiento del conductor dos vainas servidas, correspondientes a un calibre 9 mm. El hecho se produjo luego de que el intendente de Roldán, Daniel Escalante, denunciara ante la Justicia Federal los distintos búnkers donde se vende droga. 

El momento en que fueron detenidos los autores por la policía de Roldán.

Rosario: tras dos semanas de la llegada de los oficiales federales, los vecinos exigen resultados

Marcos Romero, secretario de Seguridad Pública de la provincia de Santa Fe, aventuró frente a los medios de comunicación vernáculos que en la ciudad de Rosario hay aproximadamente 150 búnkeres de venta de droga. Motos vagando, balas zumbando por la noche en las calles y pasillos de los barrios populares, risas de chicos jugando a la pelota en la vereda mientras los comentarios nerviosos de los vecinos sobrevuelan el aire y algún parlante a todo volumen sintonizando una radio cumbiera que tenga señal en el barrio.

A esta sinfonía se le sumaron los ruidos de las botas y los acentos foráneos de los prefectos de gendarmería que rondan algunos de los barrios más “calientes” de Rosario desde hace dos semanas. Los vecinos, que por novena vez en nueve años escuchan esa música, se mostraron entusiasmados por la medida, pero no por eso ilusionados: exigen resultados.

La decisión del presidente Alberto Fernández de extender de 1000 a 1400 los efectivos federales presentes en la cuna de la bandera, sumando a los ingenieros del Ejército Nacional para la urbanización de los barrios populares, fue efectista pero inconsulta: los referentes sociales y barriales de Rosario no han tenido comunicación alguna con los líderes de las fuerzas armadas.

Melisa Herrero, referente de la Asociación Vecinales Unidas que nuclea a las organizaciones vecinalistas de Rosario, sostiene que "en principio, todo lo que sea ayuda es bienvenido", que hay una buena recepciòn por parte de los vecinos de la llegada de los gendarmes, pero “lo que se necesita es un trabajo en conjunto para que haya un plan de provincia y municipio para ordenar el barrio, no para ocupar el territorio sino para ordenarlo”.

Herrero propone que los efectivos que desembarquen en las barriadas tengan una participación conjunta con los dos niveles del Estado, tanto provincial como municipal, en dicho ordenamiento territorial. "A los barrios (los representantes del Estado) se llegan sólo cuando hay problemas y con policías, nada más”, acusó Herrero, y siguió: “Necesitamos también una presencia del Estado que llegue de otra manera, a nivel más social a la gente de los barrios. Que hagan un abordaje integral"

"Lo ideal sería que trabajemos todos juntos. Lo importante es que se trabaje de manera coordinada, haciendo cosas para el mismo lado porque sino es la misma desorganización de siempre", sentenció la referente barrial.