La bronca de Lewis Hamilton por el porpoising: "Me está matando"

Se sumó, además, Pierre Gasly quien aseguró que "a los 30 años" pueden acabar con "un bastón"

17 de junio, 2022 | 09.30

En medio del Gran Premio de Azerbaiyán, Lewis Hamilton largó varias frases a raíz de la situación que le tocó vivir durante los últimos grandes premios por el "rebote descontrolado" que tienen los nuevos monoplazas de este año. "La espalda me está matando", fue una de las críticas del campeón mundial que, además, tuvo el acompañamiento de Toto Wolff y de Pierre Gasly.

El piloto francés se se metió en el comentario de Lewis Hamilton y lanzó: "Todas las mañanas me duelen mis cervicales y la parte superior de mi cuerpo, nunca he estado tan rígido conduciendo un coche de Fórmula 1. La FIA debe evitar que los pilotos acabemos con un bastón a los 30 años". El enojo de Gasly justamente apunta al efecto "porpoising", que es un rebote descontrolado que, justamente, se provoca en rectas de largo trayecto.  Incluso, otro comentario de Toto Wollf hizo hincapié en la posibilidad de conseguir un reemplazo para el piloto inglés en Mercedes.

Toda esta situación, se supo que la FIA empezará a tomar cartas en el asunto para tratar de dominar el rebote descontrolado. En un comunicado, la FIA indicó que el GP de Azerbaiyán hubo una inflexión y añadió que tiene "decidido intervenir tras consultar a sus médicos en aras de la seguridad de los pilotos". En un deporte en el que los competidores conducen habitualmente a velocidades superiores a los 300 km/h, se considera que toda la concentración de un piloto debe centrarse en esa tarea, y que la fatiga o el dolor excesivos que experimenta un piloto podrían tener consecuencias importantes si provocan una pérdida de concentración".

El organismo también tiene previsto convocar una reunión técnica con los equipos para definir medidas a mediano plazo que reduzcan la tendencia de los monoplazas a los rebotes.  No se espera que ninguna medida esté en vigor para la carrera de este fin de semana en Montreal.

"En un deporte en el que los competidores conducen de forma rutinaria a velocidades superiores a los 300 km/h, se considera que (...) la fatiga o el dolor excesivos experimentados por un conductor podrían tener consecuencias significativas si resultaran en una pérdida de concentración", dijo la FIA.

La F1 introdujo una revisión radical de las reglas este año que ha visto a los autos generar una parte significativa de su carga aerodinámica desde la parte inferior del piso. Esto ha conducido al denominado "porpoising", también conocido como efecto marsopa, en la que los autos rebotan dramáticamente a altas velocidades, como el movimiento de una marsopa en el agua.