A pesar de que Mercedes fue el claro dominador de este fin de semana en el Gran Premio de Las Vegas, Ferrari también tuvo una jornada positiva en la Ciudad del Pecado, donde era el único equipo que podía llegar a plantarle cara a los alemanes. De hecho, Carlos Sainz salía segundo detrás de George Russell, pero fue adelantado por Charles Leclerc ni bien se apagaron las luces para marcar el inicio de la carrera.
Sin embargo, el español logró recuperar su posición delante de su compañero de equipo en la vuelta 32, justo cuando el monegasco salía de hacer su segundo cambio de neumáticos en boxes. El problema es que no lo pasó porque Leclerc estaba en la calle de boxes, sino que el rebase se dio cuando ambos estaban en pista, a pesar de que Sainz había recibido la orden de no adelantar a la otra Ferrari.
"Se le ha dicho a Carlos que no adelante, pero está muy cerca”, le dijeron por radio al monegasco cuando se reincorporaba a la pista. La idea era que Sainz no pusiera a su compañero bajo presión, pero el español no hizo caso a la petición de la escudería italiana y pasó al monegasco, quien reaccionó y dijo: “Intenten en castellano".
En aquel momento de la carrera, la dupla de Ferrari había quedado con Sainz en el cuarto lugar y Leclerc en el quinto, aunque ambos ganaron una posición tras superar a Max Verstappen. No obstante, el monegasco no quedó contento con la actitud del madrileño, algo que se dio a conocer a través de la radio del SF-24, puesto que Charles se quejó con su equipo sin darse cuenta de que tenía encendida la comunicación.
“Hice mi trabajo, pero ser amable me jode todo el maldito tiempo, todo el maldito tiempo. Ni siquiera es ser amable, es sólo ser respetuoso. Sé que tengo que callarme, pero siempre es lo mismo, así que…”, afirmó Leclerc mientras que en Ferrari le pedían que deje de hablar. Al cabo de unos segundos, el monegasco se percató de la radio encendida y se disculpó con un brevísimo “Lo siento”.
El drama de Sainz con Ferrari en Las Vegas
Antes del rebase a Leclerc en la vuelta 32, Sainz comenzó a sufrir con los neumáticos duros y pidió el ingreso a boxes en la vuelta 28, algo que aprobaron desde Ferrari. Sin embargo, cuando ya estaba encaminado en la calle del pit lane, le ordenaron que se quedara afuera, lo que le hizo perder unas valiosas décimas de segundo. Instantáneamente, el español preguntó qué había sucedido y su ingeniero le dijo que los mecánicos no estaban preparados, a lo que respondió: “¡Despierten, chicos! ¡Vamos!”.