Lewis Hamilton dio por perdidas sus esperanzas de ganar un octavo campeonato mundial de Fórmula Uno este año, tras quedar a 50 puntos del Ferrari de Charles Leclerc en Imola el sábado.
"Obviamente, no estamos luchando por este campeonato", dijo el británico a la cadena de televisión Sky Sports tras acabar decimocuarto en el sprint del sábado que estableció la parrilla de salida para el Gran Premio de Emilia Romaña del domingo.
"No obstante, estamos luchando para entender el auto y mejorar y progresar a lo largo del año", añadió. "Eso es todo lo que podemos esperar ahora mismo".
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Mercedes ha ganado los últimos ocho títulos de constructores, pero el viernes no logró que uno de sus bólidos pasara a la fase final de la clasificación por primera vez desde 2012 y cayó al tercer puesto de la clasificación el sábado.
Hamilton, el piloto más exitoso de todos los tiempos, con 103 victorias, dijo que está trabajando mucho para arreglar los problemas del monoplaza, pero "es lo que es".
"En última instancia, no lo hemos hecho bien este año, pero todo el mundo está trabajando tan duro como puede para corregirlo", declaró.
El jefe de la escudería Mercedes, Toto Wolff, dijo que nadie en el equipo está "cerca de disfrutar del viaje en este momento" y que necesitan salir del agujero.
"Probablemente hoy marca el punto más bajo de estas cuatro primeras carreras", añadió el austriaco. "Es obvio que no estamos cerca de la lucha en la parte delantera y sería muy poco realista pretender tener un hueco entre los primeros para luchar por el campeonato".
Wolff reconoció que la frustración y la presión están aumentando, pero restó importancia a las informaciones sobre las acaloradas palabras con Hamilton en la parte trasera del garaje de Mercedes y dijo que el equipo no está entrando en una espiral negativa.
"Es bastante divertido cómo se está interpretando", dijo, afirmando que él y Hamilton habían compartido la frustración por la falta de rendimiento. "Básicamente era el mismo punto de vista y sólo pura rabia. No hay ninguna división, ni culpabilidad ni nada de eso".
(Editado en español por Carlos Serrano)