Las extravagantes supersticiones en las que confían los futbolistas... y otros

29 de junio, 2024 | 10.58

Botín derecho, botín izquierdo; cordones izquierdos, cordones derechos; pie derecho primero en el campo. Para el eslovaco Lukas Haraslin -como para otros muchos deportistas-, el orden de esta rutina previa al partido será sacrosanto antes del choque de octavos de final de la Eurocopa que su selección disputará el domingo contra Inglaterra.

El extremo también desayunará y almorzará lo mismo, y se vestirá para el partido en menos de dos minutos: dos supersticiones más en su lista que, si se cumplen cuidadosamente, espera que le traigan suerte en el partido.

En el otro bando, el centrocampista inglés Kobbie Mainoo comerá pasta al pesto, lo mismo que antes de cualquier partido. Una vez en el terreno de juego, Kyle Walker se llenará la boca de agua y la rociará como un tragafuegos del circo, un ritual que observa en honor del exluchador Triple H.

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Puede parecer un disparate, pero varios estudios realizados a lo largo de los años por sociólogos han llegado a la misma conclusión: las supersticiones proporcionan poca ayuda física a los jugadores, pero mentalmente pueden infundir confianza, y ese es su encanto.

Julian Nagelsmann, seleccionador alemán, tiene una superstición con las bebidas energéticas. Siempre bebe de la misma hasta que pierden un partido y entonces cambia. Y siempre se las tiene que traer su ayudante Benni Glueck.

Para el delantero alemán Niclas Füllkrug es menos superstición y más ritual: se agarra las dos orejas y luego se las retuerce al entrar en el campo. Se remonta a cuando su padre le entrenaba en el club de su infancia.

"Antes del entrenamiento nos poníamos todos en círculo. Me dijo: 'Este es nuestro interruptor. Si lo accionamos, entonces solo se trata de fútbol'. Entonces nos concentramos en entrenar. No puedes olvidar de dónde vienes y dónde empezó todo", dijo Füllkrug a Borussia Dortmund TV.

Incluso los grandes del fútbol tienen sus supersticiones. A Cristiano Ronaldo le gusta ser el último en salir del túnel y entra en el campo con el pie derecho antes de saltar, mientras que el exdelantero de la selección inglesa Gary Lineker no pateaba a portería durante el calentamiento previo al partido por miedo a agotar sus goles.

David Beckham tenía que asegurarse de que todo en su nevera estuviera bien alineado antes de los partidos.

Y los entrenadores no son diferentes. Se dice que el exseleccionador de Francia Raymond Domenech dejó fuera de sus convocatorias a jugadores con el signo zodiacal de Escorpio porque no se fiaba de ellos.

Sin embargo, el actual seleccionador de Portugal, Roberto Martínez, no tiene tiempo para estas cuestiones. "Nací un viernes 13, así que no soy supersticioso".

Con información de Reuters